martes, 20 de marzo de 2012

Nuevamente la Cobarde Barbarie Antisemita

Nuevamente una serie de asesinatos tienen por blanco a niños judíos incapaces de defenderse. No es la primera vez que esto sucede y si bien sabemos tampoco será la última, tenemos la esperanza de que alguna vez el mundo despierte y podamos vivir en Paz. Sin embargo, mientras esperamos que el milagro suceda, debemos observar algunas cuestiones que facilitan este tipo de ataques cobardes, por un lado la sistemática e infundada demonización de Israel y el sionismo, de la cual, grupos políticos tanto de izquierdas como de derechas son responsables. Y digo demonización infundada, pues no importa que Israel no haya iniciado nunca una guerra contra sus vecinos, no importa el hecho histórico sencillamente verificable a través de los documentos que indican que tanto árabes como judíos somos mayormente inmigrantes recientes en Eretz Israel, no importa que mientras soldados judíos se enrolaban en las unidades de combate británicas en la 2ª G.M. los palestinos lo hacían en las unidades alemanas, no importa que el Muftí de Jerusalem haya sido aliado de Hitler, ni mucho menos importa que los actuales enemigos de Israel repitan el saludo oficial nazi en sus desfiles, lo mismo que la jerga nazi en sus discursos, no importa que Israel haya entregado el Sinaí dos veces con la esperanza de obtener Paz a los árabes, no importa que Israel se haya retirado unilateralmente de Gaza con la esperanza de lograr la Paz, no importa que en 2000 Israel haya ofrecido a la ANP compartir Jerusalem como la Capital de los dos Estados y haya ofrecido entregarles todo lo que ahora, luego de rechazar el ofrecimiento, piden. No importa que Israel sea uno de los países que más descubrimientos científicos ofrece a la Humanidad y que sea el que más ciencia genera en términos per cápita en el mundo. Nada de ello les importa a estos políticos, ya que sólo les importa señalar como brutalidad de Israel, el simple ejercicio del Derecho de Legítima Defensa de sus ciudadanos.
Resulta así mismo lamentable, por otro lado, la actitud de la prensa, que en la imaginación de los enfermos paranoides de toda laya, manejamos los judíos. La prensa occidental en general, salvo raras excepciones, se llama a discreto silencio cuando Israel es bombardeado a diario, hace una semana atrás, más de un centenar de misiles cayeron sobre el sur de Israel y la prensa se llamó a silencio, pues no vende mucho el disparo de misiles que no provoquen muertes, esperarán, con cierto cinismo, la respuesta de Israel a esos ataques, para luego señalar lo desmedido de la respuesta de Israel y calificarán al único Estado Judío del mundo, de criminal por la muerte de civiles y niños árabes. Civiles y niños que no les importan en absoluto, pues si les importaran mínimanente, saldrían a condenar su uso como escudos humanos, la incorporación de niños a unidades de combate árabes, su adoctrinamiento militarista en las mismas escuelas de la ONU en Gaza, condenarían que se les de a niños de cuatro y cinco años adoctrinamiento militar en las colonias de verano y que se ponga armas en sus manos, pero no condenan nada de ello, pues a estos hipócritas, no les importan tampoco los niños árabes a los que dicen defender cuando condenan a Israel. Y seamos claros, cuando hablamos de Israel, no hablamos del Estado de Israel, sino del Pueblo de Israel, del Pueblo Hebreo, de todos los judíos, incluso de aquellos pocos que se definen como antisionistas pero que no pueden, pese a ello, escapar de las persecuciones y estigmatizaciones de los antisemitas y si molesta el término, a algunos hipócritas parlanchines defensores del correcto lenguaje, digamos judeofóbicos, que es más freudiano por cierto.
Todos ellos son culpables de las muertes de tres niños judíos, pero lamentablemente tampoco son los únicos, también colaboran con el horror aquellos que dicen que están cansados de escuchar a los judíos llorar por las muertes y persecuciones que sufrimos y no dudan luego en señalar que los judíos nos victimizamos, esos también hipócritas, en lugar de criticarnos a los judíos, por quejarnos cuando asesinan a nuestros hermanos, si su cansancio fuera real, si su cansancio fuera honesto, se unirían a nosotros y levantarían su vos de protesta contra estos crímenes cobardes, más fuerte que nosotros mismos, pero no lo hacen, pues en el fondo se regodean en su inmunda moralina con el sufrimiento del Judío, pues les gusta ver sufrir a quienes, en definitiva reconoce como mejores que él mismo.
Al fin de cuentas, no importa qué hagamos los judíos, se nos criticará igual, se nos estigmatizará igual, pero para males de ellos, de los antisemitas, de los en definitiva judeofóbicos, nosotros seguiremos estando de pie, seguiremos aportando a la Humanidad, lo que ellos jamás podrán, seguiremos compartiendo nuestros logros con otros pueblos, pues ese es nuestro mandato, Tikum Olam, reparar el mundo, llevar la Luz de la Razón a las Naciones. Y por miles de años más Am Israel Jai.