jueves, 25 de febrero de 2010

Hitler o Stalin es el mayor genocida de la Historia?

En Viena, conforme a lo que señala ANSA, un periodista belga, llamado Jean-Paul Mulders, dice haber encontrado a dos parientes lejanos más de Hitler, cuyos nombres considero irrelevantes, lo mismo que su parentesco.


En primer lugar no entiendo muy bien cuál es el objetivo de rastrear a los parientes de Hitler, ya que ellos no son responsables de lo que él ha hecho. No me queda claro qué se busca con semejante rastreo. Por otro lado he visto muchas veces discusiones de algunas personas preocupadas por ver quién tiene el título de mayor genocida de la Historia. Los que se sienten afines a la Derecha, acusarán a Stálin, los afines a la Izquierda acusarán a Hitler. En el medio quedan ignorados los Hechos. Cuantitativamente, no hay dudas, las palmas se las lleva Stálin, él gobierna a la URSS con fuerza desde 1927 hasta comienzos de 1953. Es decir, durante 26 años. Durante esos años bajo la dirección de Stálin, se estima fueron asesinadas 30 millones de personas (estimaciones del investigador Robert Conquest) pero las cifras siguen oscilando mucho aun dado lo reciente de las investigaciones. Lo que nos da 1.153.846 personas muertas al año. Entre éstas muertes, hay que considerar que una de sus armas fue el arma del Hambre y son las hambrunas intencionadamente provocadas por el régimen, las que mayor número de muertes producen. ¿Se podía sobrevivir al stalinismo si se era condenado por el mismo como enemigo de la revolución? Sí y no son pocos los casos. El Poder soviético podía ser muy expeditivo a la hora de encerrar personas y eventualmente ejecutarlas, pero también establecía perdones generalizados cuando las circunstancias políticas lo requerían. Aquellos que eran calificados de enemigos, podían dejar de serlo. Muchos debían firmar ofensivas declaraciones antes de ser liberados. Para el caso de Hitler, sus años de poder se inician en 1933 y terminan en 1945. Durante esos años se desarrolla la “Solución Final” entre 1940/41 (no hay claro consenso si sobre fines de 1940 o comienzos de 1941) a 1945 durante ese lapso se asesinan a 18 millones de personas. Es decir a razón de 1.500.000 personas al año, si se contabilizan los 12 años de Poder Nazi y 3.600.000 personas asesinadas por año si se contabilizan sólo los años de la Solución Final, más el período del Plan Eutanasia. Stálin mató muchas más personas, básicamente por que su tiranía duró más tiempo. Si se tomara la estimación de muertes provocadas por los nazis en 12 años de poder y lo proyectamos a los 26 años de poder de Stálin, la cifra de asesinados sería de 39 millones de personas, pero si tomamos el período de la Solución Final y el Plan Eutanasia, período en el que efectivamente se producen claramente la mayor parte de los asesinatos, tendríamos una proyección de 93.600.000 personas asesinadas en 26 años si el gobierno de Hitler hubiese durado lo mismo que el de Stálin, lo cual lleva a replantear, si realmente cuantitativamente el premio corresponde a Stálin. Cualitativamente, no hay dudas, el premio corresponde a Hitler y sus nazis, ya que nunca antes se decide exterminar a un pueblo por considerárselo simplemente no humano y sí parasito. Bajo la concepción biologisista nazi, un niño judío no podía ser reeducado, debía asesinárselo, bajo la mirada de Stálin, un niño perteneciente a los enemigos de clase, eran reeducados. Bajo los nazis, ninguna conversión política salvaba de la muerte y toda conversión racial, era sencillamente imposible, por lo tanto la solución era el exterminio. La estructura de los campos de exterminio nazis, no encuentra similar en la estructura concentracionaria soviética, la maquinaria exterminadora de Hitler, no se detenía en los judíos y no deja de ser dato no menor, el hecho que los alemanes ampliaran las estructuras de los campos de exterminio en Europa Oriental, cuando precisamente la llegada de judíos a los mismos ya se estaba reduciendo significativamente ¿por qué la ampliación pues? La respuesta no hay que buscarla mucho. Los eslavos eran considerados subhombres y consideraban que ellos sobrepoblaban áreas que se quería para los arios 6 millones de eslavos, 3 de rusos y 3 de polacos, señalan el rumbo exterminador que estaba tomando la biocracia nazi. Para cerrar, si hay que dar título de mayor genocida de la Historia, no hay dudas, el título corresponde a Hitler

domingo, 21 de febrero de 2010

La muerte de Mahmud al Mabhuh y la reacción Internacional

Resulta interesante ver la reacción internacional frente a la ejecución del asesino Mahmud Abdel Rauf al Mabhuh, este terrorista de Hammas, fundador de las Brigadas Al Kasam y responsable directo del secuestro y asesinato de dos soldados israelíes y de la muerte de otros 22 civiles israelíes, fue muerto mediante una dosis de veneno o asfixiado, la policía de Dubai no ha dado demasiada información al respecto. Sí se sabe que once personas, estuvieron formando parte del equipo que le puso fin a este cobarde asesino y que las mismas utilizaron pasaportes de países europeos que pertenecían a ciudadanos israelíes. Esto ha sido suficiente para que Inglaterra a la cabeza y otros gobiernos de Europa, reaccionen airadamente exigiendo explicaciones a Israel, por haber falsificado documentos europeos. No importa que los únicos arrestados por la muerte de al Mabhuh sean dos palestinos que fueron detenidos en Jordania y entregados a la policía de Dubai. No importa que en su página de Internet, Hammas señalara que los detenidos son Anwar Shheibar y Ahmad Hassanain, miembros de seguridad de Al Fatah es de resaltar que estos nombres son proporcionados por Hammas, no por la policía de Dubai que no los ha identificado públicamente, alegando razones de investigación.


Digámoslo claramente, pese a que las pruebas existentes y las acusaciones de Hammas recaen sobre miembros de la Autoridad Nacional Palestina, los gobiernos de Europa le piden explicaciones a Israel ¿Será sólo falta de seriedad de dichos gobiernos? ¿o temor a reconocer que la ANP no está formada por las indefensas palomitas que sólo arrojan piedras a los israelíes?

Pero no nos detengamos en éstos detalles solamente. Al Mabhuh viaja a Dubai sin custodia y no se informa a las autoridades de los Emiratos Árabes de su presencia en Dubai para que se le brindara protección. Siendo un hombre importante en la estructura de Hammas ¿por qué no se lo protege? Del viaje de Al Mabhuh sólo sabían un puñado de personas integradas por agentes de inteligencia sirios y miembros de Hammas. Si su muerte fue organizada por el Mossad, implica que el Mossad se ha infiltrado exitosamente en la cúpula del Hammas o en altos niveles de los servicios de inteligencia sirios. Ambas cosas son improbables. Tampoco hay que olvidar, que la inteligencia Siria colabora con la ANP, por lo que el pase de información desde Siria a la ANP sobre los pasos de Al Mabhuh son más probables que dicha información haya sido facilitada al Mossad y éste criminal, también tenía cuentas pendientes que saldar con Al Fatah.

Pero, ¿qué fue a hacer a Dubai? Al parecer estaba buscando la forma de obtener nuevos envíos de armas iraníes hacia Gaza, motivo por el que a Israel, le convenía que permaneciera con vida hasta, por lo menos saberse, la ruta de las armas. Ya dos cargamentos de armas iraníes han sido interceptadas por Israel, que supo de ellas mediante el seguimiento de hombres del Hammas y de los iraníes, ¿habrá creído Hammas que Al Mabhuh los estaba traicionando? Es posible pensar que el propio Hammas haya decidido eliminar a Al Mabhuh, si sus sospechas eran fuertes. Desde ya no podían hacerse cargo de la muerte de uno de sus más importantes miembros, y ésta hipótesis explica el por qué Al Mabhuh carecía de todo tipo de custodia.

Difícilmente algún día se sepa la realidad de ésta ejecución, pero las hipótesis que se pueden plantear son variadas y lo sorprendente es que pese a que en los hechos hay dos palestinos arrestados, lo que debilita la hipótesis de la autoría del Mossad, es a Israel al que se le reclaman explicaciones.

domingo, 14 de febrero de 2010

Bombardeo de Dresde

El debate sobre el bombardeo a Dresde en la actualidad tiene que ver con lo que se sabe y con lo que se sabía. Lo que se sabe es que los alemanes allí no tenían grandes defensas que supusieran una amenaza real al avance aliado, pero lo que se sabía era otra cosa, Guderian había dado la orden en diciembre de 1944 de hacer de Dresde una fortaleza cuyo extremo opuesto sería Riesa, para ello se mandaron construir defensas anti tanques que le brindaban al Volkssturm en la ciudad una buena capacidad de defensa y que armados con los panzerfaust constituían sí una amenaza para los aliados, se estimaba allí la presencia de 20 mil combatientes. Tal era esa certeza que la IV Div Panzer solicitará tropas de refresco a Dresde para sostenerse a las puertas de la ciudad. Vale decir, los mismos alemanes llegaron a creer que en Dresde había tropas suficientes como para reforzar a la IV Div Panzer. En la ciudad además se encontraba parte de la 404 Div Waffen SS Todo ello, induce a los aliados a decidir el bombardeo. Lo que se sabe hoy es que los hombres del Volkssturm estaban muy insuficientemente armados y lo que quedaba de la 404 Div SS no era un peligro serio para los aliados, pero en Dresde sí había un aeropuerto militar, un campamento militar y estaban operativas las líneas férreas que recibían refugiados desde el frente oriental y que le hacían llegar al mismo abastecimientos para que las tropas alemanas pudieran resistir el avance soviético, además estaban operativos aun los talleres la Reichsbahn en la Altstadt y Hauptbahnhof, por lo tanto el bombardeo en ese momento de la guerra era justificable. Recientemente los alemanes han hecho un recuento probable de las victimas de ese bombardeo y se estima que murieron entre 18 mil y 25 mil alemanes, cifra reducida frente a los 40 mil muertes producidas en los bombardeos alemanes a Londres. El bombardeo, aunque terrible, no fue excepcional, y es falso que se haya utilizado bombas de fósforo, pues el mismo debía ser arrojado en bidones y la RAF junto a la USAF decidieron no utilizar los mismos por sus complicaciones operativas en Dresde.




Hasta aquí sintetizados los hechos históricos. Pero, los neonazis de hoy día y sus celebrantes islamofascistas, suelen pasarse por alto los hechos históricos y tratan a partir del bombardeo aliado, minimizar las terribles acciones generadas por la Alemania Nazi para intentar mostrar a los aliados como monstruos, cuando los únicos y verdaderos monstruos cobardes han sido los alemanes y son ellos mismos, ciudades destruidas en toda Europa son testigo, de la barbarie nazi, Lidice es una muestra del horror nazi, borrado de la faz de la tierra y casi todos sus habitantes exterminados. Sólo logran sobrevivir de sus 503 habitantes a la guerra, 17 niños de los 107 que había en el pueblo, pero ¡qué recuerdan! Dresden, y nada les importa las atrocidades cometidas por los alemanes en toda Europa. El pueblo polaco de Sulejów fue atacado el 3 de septiembre de 1939 y la población civil ametrallada desde los aviones mientras huían al campo, es el anticipo de lo que los alemanes harán durante toda la guerra, horrores que, son convenientemente olvidados por los neonazis que sólo recuerdan Dresde.

Algunos neonazis e islamofascistas señalan que el bombardeo era innecesario pues la guerra estaba ya ganada por los aliados, pero omiten al paso, algunos datos insignificantes, como que la guerra continuaba, Alemania resistía, sus crímenes se seguían produciendo y otra insignificancia, es que estaban desarrollando un arma nuclear de la cual los aliados tenían conocimientos así como de otras armas tan novedosas como eficaces, lo que daba la pauta muy clara que Alemania, si bien su derrota era cuestión de tiempo, seguía siendo una amenaza si se le daba respiro. Datitos que curiosamente se les pasan por alto a los judeofobos. El 16 de abril de 1945 zarpa desde Noruega el U-234 con destino a Japón a bordo transportaba entre otras cosas 560 Kg de uranio un avión desarmado M 262 jet, lo que evidencia la peligrosidad de Alemania, esa peligrosidad de Alemania, suele ser intencionadamente olvidada, como así también el hecho de que los alemanes sostuvieron hasta el último día de guerra, sus planes de exterminio contra el pueblo judío.

Remontémonos al inicio de dicha guerra, donde un preso alemán es vestido con uniforme polaco y ejecutado para luego afirmar que se trató efectivamente de un soldado polaco atacando la estación radial de Gliwice. Para el 02/09/1939 los alemanes cometen tal vez, su primer crimen de guerra contra la población indefensa. 118 civiles polacos mueren en ataques aéreos a Varsovia, Gdynia, y otras ciudades polacas además aviones alemanes bombardean la estación de ferrocarril de Kolo matando a 111 refugiados de guerra civiles polacos procedentes de Jarocin y Krotoszyn. Esa violencia que desde el inicio del conflicto muestran los alemanes van a sembrar un odio profundo entre quienes se les resisten y que confirman en esos actos, la naturaleza criminal del régimen nazi apoyado por los alemanes. De allí en más no podía haber nada de tibiezas para con un enemigo que se mostraba despiadado con los vencidos. Tan despiadado era, que cuando los alemanes invaden a la URSS, los soldados soviéticos que inicialmente los vieron como liberadores y se rendían en maza a las tropas alemanas, pronto lo dejan de hacer y comienzan a resistir con todas sus fuerzas pese al despiadado trato que los hombres de la NKVD les daban. Pero pasaron a preferir la violencia de trato dado por Stalin y sus secuaces, que al menos los trataban de humanos y no la violencia de los alemanes que además de extranjeros les calificaban de sub humanos. Esos alemanes, son los que padecerán el bombardeo de Dresde, son ellos los que padecerán la violencia ejercida por las tropas rusas cuando lleguen a sus pueblos, pero una violencia sembrada constantemente por los alemanes y sus despreciables conceptos raciales. A ese pueblo que se sintió superior al resto de la humanidad y que quiso sumir en esclavitud a todos los no arios es al que se decide hacer sufrir una muy pequeña parte de la violencia que ellos generaron.

Las siguientes imagenes muestran a la ciudad de Dresde tras los bombardeos aliados y luego otra con la ciudad de Londres tras el bombardeo alemán
 
Dresde


Londres


Varsovia

Pero los neonazis y los islamofascistas sólo y torpemente recuerdan Dresde

viernes, 5 de febrero de 2010

Pobre Palestina, pobre pueblo palestino!

Por Joseph Farah

La situación en Medio Oriente parece fácilmente comprensible para todo el mundo: los palestinos quieren una patria y los musulmanes quieren controlar los lugares que consideran sagrados. ¿A que es fácil?


Pues bien, en mi condición de periodista árabe y estadounidense que ha acabado conociendo a fondo la situación en Medio Oriente a punta de comentar lanzamientos de piedras y disparos de mortero, hoy en día puedo afirmar que el origen de tanta violencia y revueltas nada tiene que ver con la reivindicación de una patria por parte de los palestinos, ni tampoco con la decisión de los musulmanes de controlar un puñado de lugares que consideran sagrados.

¿Indignados por mis comentarios?

En ese caso, ¿cómo explican ustedes que, antes de la Guerra de los Seis Días, en 1967, no se manifestara en serio ningún movimiento a favor de la independencia de los palestinos?

"¿Antes de 1967?", pensarán algunos. "Pero si los israelíes no habían ocupado aún Cisjordania y la ciudad vieja de Jerusalén...". Y con razón. Pero durante aquella guerra, la razón de que Israël conquistara Judea, Samaria y Jerusalem Este no tuvo que ver con los palestinos o con Yasser Arafat. La verdad es que esos territorios habían sido ocupados por el rey Hussein de Jordania en 1948. En el tiempo transcurrido desde entonces, ¿quién le ha pedido al soberano hachemita que devuelva a los palestinos esos territorios? ¿Acaso las Naciones Unidas han aprobado una sola resolución sobre este tema?

La respuesta es, llana y simplemente: NO.

De paso: ¿por qué nadie se pregunta por qué tantos palestinos descubrieron entonces su identidad de la noche a la mañana, justo después de que Israel hubiese ganado aquella guerra?

¡La única verdad es que Palestina es un mito!

El nombre "Palestina" fue utilizado por primera vez en el año 135 de la actual era por el emperador romano Adriano, a quien no le bastó con borrar al pueblo judío de la faz de Judea (¡su patria desde hacía nada menos que un millar de años!), ni tampoco con destruir su Templo en Jerusalem, y que, después de prohibir a los judíos hollar de nuevo su tierra natal, quiso borrar todo rastro de la civilización judía bautizando su antiguo hogar con un nombre acuñado por los filisteos.

Los filisteos eran ese pueblo al que perteneció Goliat, que siglos antes vencieron los hebreos. Con aquel gesto, los romanos buscaban agraviar aún más a sus enemigos. También quisieron ponerle otro nombre a Jerusalem -"Alea Capitolina"- pero el invento no tuvo éxito. Lo cierto es que Palestina, considerada como entidad autónoma, nunca ha tenido existencia histórica. ¡Nunca!

La región ha caído sucesivamente bajo el dominio de romanos, cruzados cristianos, musulmanes (quienes, por cierto, nunca hicieron de Jerusalén su capital), otomanos y, durante un breve periodo, británicos, poco después de la Primera Guerra Mundial. Después de la Declaración Balfour, en 1917, los británicos se mostraron favorables a una cesión al menos parcial de la región al pueblo judío, para que en ella pudiera establecer un Estado soberano.

No existe nada parecido a una lengua palestina. Ni siquiera existe una cultura específicamente palestina. Nunca ha existido una Palestina gobernada por palestinos. En realidad, los palestinos son árabes, y son inseparables de los jordanos (Jordania también fue creada recientemente, en 1922, por los británicos).

Ya va siendo hora de que comprendamos que el mundo árabe controla el 99,9 % del territorio de Medio Oriente, y de que Israel apenas representa el 0,1 % de su superficie total. Pero por lo visto, con esto los árabes no tienen suficiente. Lo quieren TODO. Y precisamente esto es el fondo de su rechazo a Israel.

La avidez. La arrogancia. Y la envidia. La codicia. Por eso da igual que Israel haga concesiones: el mundo árabe nunca se dará por satisfecho.

Pero, ¿y los santuarios del Islam? Pues resulta, sencillamente, que no hay ni uno solo en Jerusalén. ¿Que es escandaloso lo que digo? Ya lo creo. Y es que ningún medio de comunicación internacional se ha atrevido jamás a proferir esta verdad, porque es políticamente incorrecta. Y sí, me sé de memoria el argumento: "la mezquita Al-Aqsa y el Templo de la Roca en Jerusalém después de La Meca y Medina, son el tercer lugar sagrado de peregrinación para el Islam".

Y bien, ya va siendo hora de decirlo: ¡Es falso! En realidad, Jerusalén no aparece mencionada en el Corán, mientras que La Meca es citada más de un centenar de veces. Pero lo que es Jerusalem ni una sola (por contraste, su nombre aparece mencionado hasta ¡699 veces! en la Torá). De hecho, no hay ninguna prueba histórica de que el profeta Mahoma haya estado en Jerusalem.

Siendo esto así, ¿cómo es posible que Jerusalem se haya convertido en el tercer lugar de peregrinación para los musulmanes? Actualmente, éstos suelen remitir a un pasaje impreciso del Corán, la sura 17, que lleva por título "El viaje nocturno" (1). Donde se evoca la vez que en sueños Mahoma fue llevado "del templo sacro al templo más lejano que hemos consagrado a nuestro culto".

En el siglo VII, los musulmanes identificaron los dos templos mencionados en esta sura como La Meca y Jerusalem. Esta tenue base es el único vínculo entre el Islam y Jerusalem que actualmente pueden aducir los musulmanes. En otras palabras, un vínculo basado en sueños, imaginación, interpretaciones y mitos. Por el contrario, el pueblo judío puede demostrar que su arraigo en Jerusalem se remonta a los tiempos del patriarca Abraham.

La más reciente oleada de violencia que ha padecido Israel se originó, supuestamente, en una visita del líder del Likud, Ariel Sharon, al Monte del Templo, donde se hallan los cimientos del Templo construido por Salomón. Por tanto, el lugar más sagrado del judaísmo. Sharon y su séquito fueron recibidos a pedradas e insultos. Sé de lo que hablo, porque estuve ahí. ¿Quién no es capaz de imaginar lo que sienten los judíos cuando son amenazados y maltratados, y cuando se les impide el acceso al lugar de culto más importante del judaísmo?

Llegados a este punto, alguien podría preguntar: ¿cómo llevar la paz a Medio Oriente? Francamente, pienso que nadie es capaz de aportar una solución duradera a esta situación. Pero si de algo estoy convencido, es que el primer paso debería consistir en decir la verdad. Seguir prodigando mentiras sólo puede agravar el caos actual. Seguir alegando reivindicaciones espurias para despreciar el legítimo derecho que 5.000 años de historia otorgan a los judíos -un derecho cimentado, además, en pruebas históricas y arqueológicas irrefutables- sólo conduce a agravar la pésima reputación de esta diplomacia de mentirosos.


Nota

(1) Los musulmanes basan en el Corán sus pretensiones sobre Jerusalem, pero resulta que Jerusalén no aparece mencionada en el Corán ni una sola vez. La sura 17 contiene una vaga alusión a "la mezquita más lejana": "Infinito en Su gloria es Aquel que transportó a Su siervo en la noche de la Casa Inviolable de Adoración a la Casa Lejana de Adoración". ¿Acaso hay alguna prueba sólida de que se trata de Jerusalem? La respuesta es: ¡No!

En tiempos de Mahoma, muerto en 632 de la era cristiana, Jerusalem era una ciudad cristiana del reino bizantino. No fue conquistada por el califa Omar hasta seis años después. Durante ese periodo, la ciudad sólo albergaba iglesias, y en el Monte del Templo se levantaba la iglesia bizantina de Santa María. Hacia el año 711, es decir 80 años después de la muerte de Mahoma, la iglesia fue transformada en mezquita y bautizada Al-Aqsa para así sustanciar la incomprensible sura 17 del Corán. Cuando redactó el Corán, por tanto, Mahoma no podía referirse a esta mezquita, fundada tres generaciones después de su muerte. Por lo demás, Mahoma no manifestó nunca especial simpatía por Jerusalem. En una oportunidad, autorizó a sus seguidores a rezar en dirección a Jerusalem durante unos meses, con la idea de convencer a los judíos de convertirse al Islam. Al ver que fracasaba su iniciativa, el 12 de febrero de 624 impuso la prohibición de rezar en dirección a Jerusalén.

Jerusalem nunca fue para los musulmanes un lugar sagrado.