martes, 7 de diciembre de 2010

Reconocimiento del Estado Palestino: Una payasada diplomática

El reconocimiento que primero Brasil y secundándolo la Argentina le han dado al inexistente Estado Palestino, no hace otra cosa que sumar una cadena de errores diplomáticos del Brasil, en el plano internacional y evidenciar, en ambos Estados sudamericanos, la paupérrima preparación de sus diplomáticos para manejarse en la Alta Política Internacional.


El Brasil de Lula Da Silva, ha tratado de insertarse en el escenario internacional como un referente a tener en cuenta, pero no ha hecho otra cosa que sumar errores y fracasos, basta señalar para confirmarlo, el papelón logrado por Brasil en los casos de Honduras e Irán, en el primer caso no sólo no pudo restituir en el poder al tiranozuelo bolivariano Zelaya, sino que, para mayor herida de sus diplomáticos, deberá acordar y normalizar sus relaciones con un gobierno al que no ha reconocido en su momento.

En el caso de Irán, el muy cacareado acuerdo logrado, no ha tenido eco en el escenario occidental, pues no solucionaba la cuestión de fondo, que era impedirle a Irán desarrollar su tecnología nuclear con fines armamentísticos.

No sólo ello, cuando Lula Da Silva, visita Israel, se niega a realizar las ofrendas protocolares pertinentes a la memoria de Theodor Herzl mentor del presente Estado de Israel, con lo que hace un claro desplante al Pueblo de Israel, pero cuando, visitó los territorios ocupados por la ANP, no dudó en hacer las ofrendas de rigor al ex terrorista muerto de SIDA Arafat. Lo que evidencia, claramente y sin ambigüedades, la torpeza, en el mejor de los casos, de la diplomacia brasileña.

Por su lado, la Argentina, que se ha resignado a ser una segundona de Brasil, y obra claramente contra sus propios intereses internacionales al dar reconocimiento a un Estado Palestino. Dado que, si la Argentina de modo inconsulto resuelve dar su reconocimiento a dicho Estado ¿qué le impediría a otros Estados obrar de forma similar respecto de Malvinas?

No es secreto para nadie, que los kelpers no han declarado su independencia de la Gran Bretaña pues temen una inmediata invasión de la Argentina si las fuerzas británicas no están para defenderlos, pero ¿qué pasaría si otros Estados se decidieran a reconocer formalmente tal independencia? ¿cómo objetaría la Argentina ese reconocimiento cuando ella misma lo da, de forma inconsulta con las partes en otro conflicto? La torpeza de la diplomacia segundona de la Argentina, es evidente por sí misma.

Veamos otros inconvenientes de este payasesco reconocimiento.

La Argentina, secundando a Brasil, ha sostenido:

el Gobierno argentino reconoce a Palestina como un Estado libre e independiente, dentro de las fronteras existentes en 1967 y de acuerdo a lo que las partes determinen en el transcurso del proceso de negociación.”

Esta frase, plantea por cierto algunas ambigüedades que, evidencian de parte de l Argentina, un reconocimiento no del todo voluntario al Estado Palestino.

Por un lado, no se aclara a qué fronteras de 1967 se refiere, si a las anteriores o las posteriores a la guerra de los 6 días y por otro lado, subordina este reconocimiento apriorístico a: “lo que las partes determinen en el transcurso del proceso de negociación” Con lo que claramente se puede ver, una declaración que ha buscado ser más efectista que real, si es que les concedemos a los diplomáticos argentinos, un gramo de inteligencia.

Pero, como la ambigüedad de la declaración misma, se completa con expresiones que le dan contexto a la misma, debemos suponer que ese gramo de inteligencia ha estado ausente y que la intención ha sido el reconocimiento de un Estado Palestino con las fronteras previas a la guerra de los 6 días, lo que deja al desnudo, otra serie de ignorancias de la diplomacia Argentina.

Entre 1948 y 1967, la soberanía en Gaza, fue ejercida por Egipto, y en Judea y Samaria, fue ejercida por Jordania, país éste que le cambia en 1950 el nombre a la región que por milenios fue conocida como Judea y Samaria, para llamarla, Cisjordania. Les resultaba a los jordanos, difícil argumentar que dichos territorios, con nombres tan judaicos, les pertenecían.

Esta situación lleva a preguntarnos ¿qué fronteras reconoce la Argentina, segundona del Brasil? ¿las que tenían Israel con Jordania e Israel con Egipto? Todo parece indicar que sí, salvo que la ignorancia de los diplomáticos argentinos, les haya llevado a creer que en la primera mitad de 1967, existía un Estado Palestino.

No sólo ello, la Argentina, segundona del Brasil, tal parece no haberse enterado que, en 1967 no había una frontera reconocida internacionalmente, que separara a Israel de sus vecinos, en Judea y Samaria, específicamente, ya que lo que separaba a jordanos e israelíes, en ese punto, era una línea de armisticio, que no es lo mismo que frontera.

Si la República que está al Sur de Bolivia, eleva a categoría de frontera una línea de armisticio, ¿qué le impediría a la Gran Bretaña o a los kelpers obrar de la misma manera respecto de Malvinas?

Sin ahondar en los detalles que resultan de todas estas posibles derivaciones de la ignorante diplomacia segundona del Brasil, es claro que, en el mejor de los casos, la Argentina ha obrado como ignorante de sus propios intereses geoestratégicos.

Por otra parte, ambos Estados latinoamericanos, han declarado que este reconocimiento tiene como finalidad lograr finalmente la Paz en la región. Difícil no sonreír, en el mejor de los casos ante tanta “pasmosa ingenuidad” en tal afirmación.


Nada más alejado para lograr un acuerdo de Paz, que intentar imponerle a Israel, los límites que debería tener con los ex jordanos devenidos desde 1967 en palestinos, la realidad golpea con dureza la ingenuidad de la diplomacia sudamericana, ya que esta declaración les hará creer a los palestinos que no necesitan negociar nada, con lo cual el proceso de Paz, se estancará nuevamente.

Esta afirmación, además desconoce que los árabes, devenidos abruptamente en palestinos desde 1967, han rechazado sistemáticamente diferentes acuerdos de Paz, siendo el que rechazan el 27 de diciembre de 2000 bajo los auspicios y presiones a Israel de parte de la Administración Clinton, el más ventajoso para los palestinos y que establecía, entre otros puntos:

A) Un Estado Palestino soberano en el 97% de Cisjordania y un corredor seguro, en cuya gestión Israel no debía interferir, que la comunicara con la Franja de Gaza, la totalidad de la cual, limpia de asentamientos judíos, formaría también parte del Estado Palestino. Los palestinos podrían utilizar activos adicionales dentro de Israel, como ser muelles propios en los puertos israelíes de Ashdod y Haifa, para así rematar un acuerdo que terminaría equivaliendo al 100% del territorio de Cisjordania. El plan incluía una entrega gradual del valle del Jordán.


B) Yerushalaim sería dividida (algo que la opinión pública israelí rechaza fuertemente) para establecer dos capitales que se llamarían Yerushalaim (para Israel) y Al Quds (para los árabes) dicha división se establecería conforme a una división étnica.


C) Los palestinos tendrían soberanía absoluta sobre el Monte del Templo, es decir, Haram al – Sharif para los árabes. Israel conservaría la soberanía sobre el Muro Occidental y una soberanía simbólica sobre el interior del Monte del Templo.


D) El Estado Palestino sería un Estado desmilitarizado, con una presencia de tropas internacionales para el cuidado del estratégico Valle del Jordán.


E) El Estado de Israel entregaría a cambio de tierras ocupadas por los colonos, de su propio territorio, un equivalente al 3% de Cisjordania.


F) Se reconocería el derecho de retorno a los palestinos, pero el mismo debía ser administrado de forma total por Israel que podría establecerlos dentro del 3% equivalentes del territorio de Cisjordania en territorio israelí entregado a los palestinos.


G) Se establecería un fondo internacional millonario para el establecimiento del estado Palestino y el reasentamiento de su población.”

Este acuerdo rechazado por los palestinos, es coincidente con los deseos y las declaraciones de las autoridades de la segundona Argentina. ¿Desconocían esto también los diplomáticos argentinos? Nada debe pues sorprendernos de esta mediocre diplomacia que desconocedora de sus propios intereses geoestratégicos, desconozca además la Historia y evolución del conflicto árabe israelí, al punto de llevarla a secundar a una torpe diplomacia brasileña y en contra de los interese argentinos. Evidentemente hay en los diplomáticos latinoamericanos un concurso de incompetencia, donde la Argentina, parece estar ganándole al Brasil, ya que hasta ahora las torpezas brasileñas, no han dañado sus propios intereses como sí lo hace la torpe diplomacia Argentina

Con respecto al Hijo de Jacobo Timermann, basta decir que sus capacidades cognoscitivas, no parecen haber sido heredadas de su padre, de otro modo no se comprende que avalara una declaración que atenta contra los intereses de la Argentina y contra los intereses de su Pueblo, si es que aun vale la pena considerase al Hijo de Jacobo Timermann como miembro del Pueblo Hebreo.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El totalitarismo islámico en el Corán

Fuente: La Ilustración Liberal:


¿Y esa consigna de no "demonizar" al Islam, como si los atentados del 11 de septiembre no hubieran sido realizados en su nombre? ¿No es Ben Laden y sus sahid quienes lo demonizan ofreciendo una imagen de salvajismo e inhumanidad? Arma suprema de los islamo-fundamentalistas, lo islámicamente correcto sitúa como postulado que el ‘verdadero Islam’ no puede ser más que ‘tolerante’ y ‘pacífico’ puesto que el Corán es un ‘texto de paz y amor’. Muhamad Alí, el boxeador Casius Clay, lo proclamó en el homenaje a las víctimas: "el Islam es la paz". Esta especie de consigna rechaza cualquier análisis argumentado para desentrañar las raíces coránicas y teológicas del islamismo radical, del terrorismo suicida, como "intolerancia racista". En vez de exorcizar el desviacionismo de los terroristas suicidas se sataniza la crítica. Los atentados se convierten en un acto de propaganda de ¡un Islam limpio de todo pecado! El fanatismo y el oscurantismo islámico justifican por tanto, en el nombre de Dios, la lapidación de las mujeres en Irán, Sudán o Mauritania, el exterminio de los cristianos en Indonesia, la degradación de las mujeres en Afganistán o la liquidación de los blasfemos y los católicos en Pakistán, muestras todas ellas de tolerancia, paz y amor, hasta el punto de que lo coherente sería pedir la aplicación de la sharia en nuestras naciones occidentales. ¿Por qué tanto silencio ante las flagrantes lesiones a los derechos humanos en las naciones islámicas "moderadas"? ¿Es una excepción cultural, una manifestación de una cultura distinta, satanizar el sexo, hasta lapidar a las adúlteras? ¿La no discriminación por razón de sexo es acaso una costumbre occidental? Afganistán, ese "régimen vomitivo" donde la mujer ha de morir sin recibir atención sanitaria, y ¿Arabia Saudí, donde tienen prohibido conducir? ¿Estaba entonces bien aquello de la mujer con la pata quebrada? El imán de Fuengirola publicó un libro recomendando los castigos corporales a la mujer, como, por otra parte, recomienda el Corán. ¿Dónde queda lo del terrorismo doméstico? ¿Alguien se imagina la justa indignación nacional si un párroco católico saliera por donde el imán de Fuengirola? Pues ese señor es quien selecciona a los profesores y profesoras, nunca los sexos juntos, de las clases de musulmán en los colegios de Málaga. La postmodernidad, el estructuralismo y los políticamente correcto han acostumbrado a las gentes a esa doble moral, a ese relativismo ético, consecuencia directa del cultural. Al margen de tanto tópico, las razones de la violencia tienen raíces muy profundas en El Corán. Es un texto asequible, de fácil estudio, ¿por qué mantener que el Islam es la paz cuando una de cada dos azoras chorrea sangre?.

MAHOMA, CAUDILLO MILITAR

Mahoma fue al tiempo un líder espiritual y un caudillo militar. Bajo su mandato, los islamitas fueron perseguidos y perseguidores. De forma similar al pueblo hebreo en su éxodo y su toma de posesión de la tierra prometida, los islamitas combatieron y se impusieron sobre sus adversarios por las armas. Ese ambiente bélico, de violencia y propaganda, impregna el Corán.

Exiten sobre Mahoma prolijas biografías en donde se reseñan sus hechos más notables y sus cualidades de estadista, pues en la última etapa de su vida fue básicamente un organizador. Dotó a las tribus de la península arábiga de una férrea unidad y una misión, que se tradujo a las pocas décadas de su muerte en una impresionante expansión por Asia y África del Norte hasta la península ibérica. Mahoma, "el alabado", nació alrededor del año 580. Huérfano desde joven, casó con la rica Jadicha, que lo doblaba en edad y a quien ayudó en la administración comercial de sus bienes. Del matrimonio nacieron cuatro hijas y varios hijos varones, muertos a corta edad. A Mahoma no le sobrevivió ningún hijo varón de sus quince mujeres, como reseña El Corán. La actual Arabia Saudí era entonces una fragmentada colección de tribus –él pertenecía a los hachemitas, un clan prestigioso, pero de poder reducido-, con religiones politeístas relacionadas con cada clan, con centro religioso y comercial en La Meca, donde se veneraba la Kaaba, una piedra negra a la que se supone un aerolito, rodeada de ídolos de las numerosas divinidades adoradas por los beduinos. Convivían también comunidades de dos religiones monoteístas, la hebrea y la cristiana, y había seguidores de credos asiáticos como el de Zoroastro.

Fue en el año 610 cuando recibió su primera revelación en el monte Hira. Según Tabari, historiador musulmán (839-923), comunicó a su mujer "Oh Kadija, temo volverme loco. ¿Por qué?, preguntó ella. Porque veo en mí los signos de un poseído: cuando camino oigo voces que vienen de cada piedra y de cada colina, y por la noche veo en sueños un ser enorme que se presenta ante mí, un ser cuya cabeza alcanza al cielo y cuyos pies tocan la tierra". Un lunes se le apareció un ángel de Dios, Gabriel. "Se presentó ante él y le dijo: ¡La bendición sea contigo, oh Mahoma, apóstol de Dios! Mahoma se asustó y se puso de pie pensando que había perdido el juicio. Se dirigió hacia la cumbre para matarse arrojándose desde lo más alto. Pero Gabriel le tomó entre sus alas, de modo que no podía avanzar ni retroceder. Y entonces le dijo: ¡Oh Mahoma, no temas, porque tú eres el profeta de Dios, y yo soy Gabriel, el ángel de Dios!. Mahoma permaneció inmóvil entre las dos alas, y Gabriel continuó: ¡Oh, Mahoma recita: en nombre de tu Señor, que ha creado todo, que ha creado el hombre a partir de un coágulo de sangre!". Gabriel le entregó la primera sura del Corán, denominada Iqra, el credo musulmán: "La alabanza a Dios, Señor de los mundos. El Clemente, el Misericordioso, Rey del Día del Juicio. A ti adoramos y a ti pedimos ayuda. Condúcenos al camino recto, camino de aquellos a quienes has favorecido, que no son objeto de tu enojo y no son los extraviados".

"Mahoma descendió de la montaña. Fue invadido de un fuerte temblor y volvió a casa, repitiéndose a sí mismo las palabras del ángel. Estas le daban confianza, pero temblaba con todo el cuerpo debido al temor y al terror que le había inspirado Gabriel. Ya en la casa dijo a su mujer: el mismo que se me había aparecido de lejos se me ha presentado hoy delante. ¿Qué te ha dicho?, le preguntó Jadicha. Me ha dicho: Tú eres el profeta de Dios y yo soy Gabriel, y me ha recitado esta sura. Jadicha, que había leído viejas escrituras y conocía historias de profetas, sabía también el nombre de Gabriel. Mahoma fue dominado acto seguido por un agudo frío, inclinó la cabeza y dijo a su mujer: ¡Cúbreme, cúbreme!. Ella le cubrió con un manto, y él se durmió"[1].

El Corán prácticamente no da detalles de las revelaciones de Mahoma, luego enriquecidas literariamente por sus seguidores. Con frecuencia se trataba de locuciones intelectuales difíciles de determinar, acompañadas por fenómenos físicos descritos por la tradición: palidecía, su frente se llenaba de sudor y entraba en un estado de semiinconsciencia. A veces caía en tierra, como fulminado de una irrupción que no se juzgaría natural. "Para Teófano todos estos síntomas no eran más que el reflejo externo de un ataque de epilepsia"[2]. "Quienes consideran los hechos desde fuera de la tradición musulmana mantienen, como es de esperar, una postura escéptica sobre el origen último de las iluminaciones experimentadas por Mahoma. Ha habido autores que las han atribuido a un psiquismo patológico, pero de gran brillantez y originalidad. Otros han hablado de alucinaciones, mientras que algunos piensan que estamos ante una mente que no consigue siempre distinguir entre lo imaginario y lo real"[3]. En cualquier caso, Mahoma siempre creyó con gran fuerza en su misión y en la veracidad de los mensajes.

En un primer momento, "no quiere crear una nueva religión"[4], sino lanzar un mensaje monoteísta, llamando a pedir perdón por los pecados mediante letanías cristianohebreas, denunciando algunas prácticas aberrantes como el asesinato de niñas recién nacidas. Todo ello para volver a la antigua pureza del hombre piadoso o hánif, cuyo primer representante es el profeta Abraham. Los primeros seguidores en su círculo familiar pronto fueron objeto de amenazas, ridiculizaciones y persecuciones. Mahoma llegó a temer por su vida, volviéndose a la intercesión de algunos ídolos, de lo que pronto se arrepintió, no volviéndose a separar del monoteísmo. La muerte de su esposa y de su protector Abu Talib, le sumió en una situación de desaliento de la que salió tras "la visión del viaje nocturno", que la tradición musulmana sitúa en Jerusalén.

En medio del fracaso de su predicación, fue reclamado por los habitantes de Medina "para que fuese a vivir entre ellos como árbitro supremo de las tribus de Aws y Jazrach, divididas por viejas rivalidades que dos años antes habían conducido a la guerra"[5]. Su posición monoteísta le hacía también un interlocutor respecto a importantes clanes judíos como los Banu Qurayza, Qaynuqa y Nadir. Esto marca un cambio radical en Mahoma, de predicador religioso a figura política. Según Vernet, "Mahoma, que hasta entonces jamás había pensado que su doctrina pudiera teñirse de un matiz político cualquiera, cambió de opinión ante la contumacia de sus compatriotas". La huida o hégira de La Meca, con alrededor de ciento cincuenta seguidores, a Madinat al-nabí (la ciudad del profeta) se produjo el 16 de julio del año 622, donde se sitúa el origen del calendario musulmán.

La introducción en la política de Mahoma dio un giro importante en su mensaje y en sus revelaciones, pues estas no sólo se refieren a aspectos religiosos sino también a la justificación de las decisiones como dirigente político y como jefe militar. Primero sigue una estrategia conciliadora. Fue aceptado por las diversas facciones, aunque con reservas por los que denominará hipócritas. Buscó el acercamiento a los judíos. Para ello situó como día de ayuno de sus seguidores el mismo que el del yom kippur o de la purificación hebraico y prescribió la orientación en las oraciones hacia Jerusalén, aunque mantuvo la oración pública el viernes. Pero entraron en una intensa polémica. Mahoma siempre tuvo un conocimiento de segunda mano de la Biblia y no fue aceptado como profeta. La disputa derivó en un odium theologicum, una de las formas históricamente más intensas de repulsa.

Mahoma culpó a los judíos de haber suprimido fragmentos de las escrituras y haber añadido otros. Por otra parte, esta serie de diálogos habían dado lugar a formas sincretistas de religiosidad. Procedió a incrementar la diferenciación y a reforzar su poder. En el plano religioso tomó decisiones fundamentales. Intensificó el carácter nacional de su mensaje. político. Sustituye el ayuno de la asurá (yom kippur) por el del mes de ramadán. Las oraciones pasaron a orientarse hacia La Meca, considerada ciudad sagrada, cuyo santuario –supuestamente fundado por Abraham y su hijo Ismael- debía ser purificado de los dioses idólatras, pero había de ser objeto de peregrinación de los musulmanes. Rompió, de esa forma, uno de los motivos de oposición a su mensaje, pues los comerciantes de La Meca veían en peligro su influencia y su fuente de ingresos. Al tiempo marcó un objetivo político: la comunidad de creyentes o umma pasa a ser ejército. Mahoma se presentó desde entonces como el último Profeta, tras Moisés y Jesús, y al tiempo resaltó una relación directa con Abraham, que no fue "ni idólatra, ni judío, ni cristiano".

LA VERDAD SE JUSTIFICA POR LA GUERRA

"La guerra –según explica Julio Vernet- constituía el ideal supremo de Mahoma, puesto que con ella iba a infligir a los incrédulos mequíes, por propia mano, el tormento con que reiteradamente les había amenazado"[6]. Sin embargo, "sus partidarios se mostraban reacios a admitir la predicación por medio de la espada" pues representaba "luchar contra hermanos". Mahoma reforzó su poder personal, haciéndose jurar fidelidad, y el providencialismo. La desobediencia a sus mandatos lo es al propio Alà. Así en la azora II 212 señala "se os prescribe el combate, aunque os sea odioso"[7]. Primero sus seguidores desarrollan operaciones de estricto pillaje poniendo en riesgo el comercio de La Meca. Una operación de castigo fue enfrentada por Mahoma consiguiendo la victoria de Badr, cuyo botín mejoró la posición de los musulmanes hasta entonces dependientes de la generosidad de los habitantes de Medina. "El alabado" presentó el éxito militar como una prueba del poder y la supremacía de Alá. Tras ello pasó a eliminar disidencias atacando a los hipócritas y a los clanes judíos. Al año siguiente, contra otro ejército superior en número, sufrió la derrota de Ohod. Desde el creciente providencialismo, la interpretación se establece en una prueba de Dios, que premia a los constantes, en términos de triunfo y aniquilación[8]. "Estos días los hacemos suceder entre los hombres, a fin de que Dios sepa quiénes creen y escoja, entre vosotros, testigos -¡Dios no ama a los injustos!-, con el fin de probar a Dios a quienes creen y aniquilar a los infieles". Esta derrota dio alas a los descontentos en Medina, pero Mahoma cortó la rebelión –expulsando a los judíos- e intensificó las medidas diferenciadoras de sus seguidores estableciendo barreras de comunicación con otras comunidades: prohibió la bebida y el juego.

Como jefe político y militar demostró una voluntad de poder y de dominio que no existía en sus adversarios, dispersos y divididos. Los comerciantes de La Meca se mostraron a favor de terminar con una guerra que sólo les causaba perjuicios. Además, el giro nacionalista de Mahoma les permitía mantener su posición. Tuvo, sin embargo, que vencer en la batalla de Hunayn para ser el señor de la Arabia central, pero no consiguió dominar la norte al ser derrotado en Muta. En esta etapa, cuando empezó a vislumbrar el triunfo, intensificó los elementos teocráticos, y estableció la imposibilidad de pactos salvo entre iguales, o sea entre los creyentes, mientras que los miembros de las religiones del libro –judíos y musulmanes- podían ser tolerados en situación de inferioridad con impuestos especiales.

En el año 10 tras la hégira hizo la peregrinación solemne a La Meca, presentándose al tiempo como el profeta de una nueva religión para los árabes y "como restaurador de la religión de Abraham"[9]. En el año 11 diversas tribús se sublevaron afirmando contar entre sus miembros a nuevos profetas. Preparando la campaña de castigo murió Mahoma de fiebres el 8 de junio de 632.

El lenguaje bélico de El Corán es de inusitada violencia, establecida como voluntad de Alá. "Yo estoy con vosotros. ¡Consolidad en sus puestos a quienes creen! Arrojaré el pánico en el corazón de quienes no creen! ¡Golpeadlos encima del cuello! ¡Golpeadlos en la yema de los dedos!"[10]. Hay un ensañamiento genocida: "No es propio de un Profeta tener prisioneros hasta que haya encubierto la tierra con los cadáveres de los incrédulos" [11]. Hay con frecuencia una exaltación de la venganza y escasos sentimientos humanitarios como cuando exclama "¡Dios los mate!" con referencia explícita a los judíos y los cristianos[12]. "¡Profeta! ¡Combate a los infieles y a los hipócritas! ¡Sé duro con ellos"[13]. Todo en una ambientación de subido tono providencialista: "si cesáis en la lucha, será mejor para vosotros; si la reanudamos, la reanudaremos; no os servirá de nada vuestro número aunque sea grande: Dios está con los creyentes" [14].

EL EXTERMINIO O LA CONVERSIÓN UNIVERSALES

El Antiguo Testamento está lleno también de batallas y de intervenciones bélicas providencialistas con exterminio como contra los moabitas. Hay una diferencia en esa violencia divinal –execrable en cualquiera de los casos-, pues en el caso hebreo está relacionada con la tierra, con una promesa, restringida a un territorio, y como preservación del pueblo elegido, pero en el caso de Mahoma está relacionada con la fe. Apenas si contempla otra forma de conversión que a través de la imposición violenta y se trata de un designio universal: "¡Combatid a quienes no creen en Dios ni en el último Día ni prohiben lo que Dios y su enviado prohiben, a quienes no practican la religión de la verdad entre aquellos a quienes fue dado el Libro! Combatidlos hasta que paguen la capitación personalmente y ellos estén humillados"[15]. "No hay ciudad a la que nosotros no aniquilemos o atormentemos con terrible tormento antes del día de la Resurrección. Eso está en el Libro, escrito" [16]. La santificación de la guerra, en el sentido comúnmente entendido, es un estado permanente.

¿Sobre qué sustenta Mahoma la autoridad de su posición religiosa? Sobre la violencia. La suya es una teología de la guerra: es ésta la que justifica en sí el mensaje y es, a la vez, lo fundamental de él. Alá es grande y Mahoma su profeta, porque dan la victoria final sobre los incrédulos. Al contrario que los profetas anteriores, en cuya estela se sitúa como culminador, Mahoma no hizo milagros. De alguna manera asume los de sus predecesores, pero en su caso las pruebas de la fe son la espada y el libro.

AUTORITARISMO EXTREMO

Por supuesto el argumento fundamental es que se trata de una verdad revelada. El principio de la existencia de una revelación se acompaña con frecuencia del criterio de que esa verdad es manifiesta, de manera que la ausencia de reconocimiento –la falta de fe, la incredulidad- constituye un pecado, una perversión, un yerro moral que con frecuencia es consecuencia de una depravación de la conducta. A esa cuestión apunta la diferencia establecida por San Pablo entre el hombre viejo y el hombre nuevo, o la aseveración de que el hombre carnal no puede conocer las verdades divinas. La consideración de la incredulidad como una especie de ataque al contenido de la fe es habitual en las religiones, pues se considera que pone en cuestión el carácter manifiesto, obvio, de la verdad en sí. Este argumento ha llevado con frecuencia a fórmulas autoritarias por las que se trata de someter al incrédulo o de eliminarlo, considerando que la unidad en la creencia confirma su veracidad. Ese fue uno de los resortes con los que funcionó durante siglos la Inquisición de la Iglesia católica o en nombre del que se llevaron a cabo las guerras de religión europeas en los siglos XVI y XVII. También ha sido el principio de persecución de los disidentes en los países comunistas, considerando, por ejemplo, que quienes rechazaban el marxismo eran dementes, pues su verdad era manifiesta, una forma de revelación secular, y aún de mayor fuerza que las de las religiones, pues se trataba de una verdad científica.

Sin embargo, a título de ejemplo, la apologética cristiana establece tres pruebas en su favor, a modo de principios de contrastación: milagros, profecías y belleza moral del mensaje. Los milagros, como suspensiones momentáneas de las leyes de la naturaleza, manifiestan el poder divino y respaldan la revelación. Son observados por testigos. En el mismo sentido funciona el cumplimiento de profecías, de augurios establecidos sobre sucesos futuros. Estas pruebas, incluida la belleza moral del mensaje, buscan una armonización entre fe y razón. No resultan concluyentes para quien no tiene fe, pero implican, en su misma enumeración, un respeto a la autonomía de la racionalidad, un principio de tolerancia. Por supuesto, esa tolerancia se ha roto con frecuencia a lo largo de los siglos, pero el cristianismo, por muy diversas, curiosas y extravagantes que sean las costumbres de sus diversas corrientes y sectas, ha demostrado ser compatible con la tolerancia.

TEOCRACIA ABSOLUTA, SIN DIFERENCIA ENTRE FE Y RAZÓN

Esa diferencia entre fe y razón no existe en el texto canónico islámico. Aunque El Corán abunda en dicotomías excluyentes, sin zonas intermedias de neutralidad, casi todas ellas se basan precisamente en el hecho de que la única razón posible es la fe. De forma poética y algo elíptica el arabista francés Louis Massignon decía que al judaísmo le caracteriza la esperanza, al cristianismo la caridad y al islamismo la fe. La fe lo es todo. Entendida como obediencia. De hecho, no hay humanidad fuera de la fe. El no musulmán no pertenece a la especie humana. "La idolatría es peor que el homicidio"[17]. "Matadlos hasta que la idolatría no exista y esté en su lugar la religión de Dios"[18]. La apologética de Mahoma se basa en la violencia y en la belleza del Corán. Es una religión cuya coherencia es un autoritarismo circular, no deja resquicio para la tolerancia. Ibn Warraq describe bien este blindaje hacia la crítica que fundamente el totalitarismo islámico: "La verdad ha sido revelada de una vez por todas, imposible discutirla, relativizarla o incluso reflexionar sobre ella. El Corán se pretende eterno. Cada uno debe obedecer con cuerpo y alma, pues por el contrario las sanciones serán terribles. En estas condiciones, intentad exponer la menor ironía, el menor espíritu crítico, la menor puesta en duda de orden histórico o filológico..."[19].

Mahoma y el Corán rechazan cualquier contrastación. Por de pronto rechazan, contra la evidencia, cualquier historicidad. El libro santo del Islam no es obra de Mahoma, sino recopilación posterior. Está formado por ciento catorce azoras o capítulos, dividido en aleyas rimadas o versículos. Los capítulos están ordenados de mayor a menor número de aleyas, sin orden cronológico. En vida de Mahoma los comentarios de sus revelaciones eran aprendidos de memoria por sus seguidores. Con el tiempo, la muerte de estos recitadores hizo ver la conveniencia de poner por escrito esos pensamientos. Esa labor fue encargada por el siguiente califa, Abu Bakr a Zayd b. Tabit. Se trata, pues de una recopilación. En ese sentido resulta acumulativa. Incluso resulta piadoso el comentario de que "hay en el libro mucha palabra superflua, así como innumerables reiteraciones"[20]. La historia de Moisés está contada más de cincuenta veces, sin variaciones resaltables. La de Noé, veinticinco. Y eso sucede con numerosos sucesos del antiguo y del nuevo testamento. La eliminación de las reiteraciones reduciría de manera sensible el Corán. La regulación de la vida de los musulmanes es incoada, pero sobre todo se encuentra en los hadiz o dichos, por los que mediante la fórmula alguien dijo que había escuchado al Profeta se concreta un contenido que en el Corán es vago. De hecho, la sharia, el código penal islámico, principal reivindicación integrista, vigente en numerosos países, no se encuentra en el Corán sino en tales comentarios recopilados por generaciones posteriores.

LA TOLERANCIA, EL PEOR PECADO

La tradición musulmana con base en el propio Corán ha deificado el libro situándolo como la copia del que se encuentra en el paraíso. Es decir, mientras judaísmo y cristianismo consideran sus libros inspirados, a través de autores humanos, causas segundas, la autoría del Corán se establece directamente divina. Con estos precedentes, es de todo punto lógico que el texto coránico resulte obsesivo respecto a la incredulidad. Como si se sintiera amenazado sobre bases débiles, toda disidencia pone en riesgo a la verdad manifiesta y al edificio de los creyentes. Ese sentido de la verdad manifiesta, sólo negable por una depravación moral, está llevada hasta el extremo: "Las peores bestias, ante Dios, son los infieles"[21]. Negada la racionalidad de los discrepantes, la verdad resulta incuestionable. Conviene precisar que, según ese esquema, los preceptos morales islámicos quedan reducidos a los límites de los creyentes. Por ejemplo, por supuesto la vida es sagrada, como en las otras religiones monoteístas. Así: "no mataréis a una persona si no es como justicia. Dios os lo ha prohibido"[22], pero bien entendido que sólo es persona el creyente y sólo hay vida en la fe.

El Corán muestra una constante obsesión de Mahoma por no ser creído, e incluso un intenso resquemor por ser ridiculizado. En estos puntos es muy explícito. Son frecuentes las referencias a quienes le acusan de hacerse eco "de leyendas de los antiguos" o de "haber recibido la revelación de un mortal". Esa obsesión va pareja al odio contra los incrédulos y un insano deseo de venganza. Las referencias ofrecen, de esa forma, verosimilitud al mensaje de cara a los creyentes, pues resultan la explicitación de una conjura o de una mentalidad conspirativa. Esto es frecuente en la idea de la verdad manifiesta, pues la increencia es el fruto de una maldad congénita. Quienes no creen no son, en ningún caso, neutrales, sino que se oponen a la fe y conspiran contra ella. La justificación de la fe en Mahoma es la guerra, la eliminación del infiel o el impío, pues sólo de esa forma puede ponerse fin a tal conspiración. Si todos creen, la verdad es, en sentido pleno, manifiesta. La ausencia de todo disidente es, de hecho, la parusía islámica, cumplida por el Madihd, personaje que vendrá al final de los tiempos, y que algunos musulmanes especulan con que será Jesús, conjuntando de esa forma la profecía evangélica del segundo advenimiento.

Conviene precisar que tal grado de autoritarismo se compagina con una teología sencilla de cuerpo doctrinal escaso. La unicidad de Dios es prácticamente el único dogma. Es una reafirmación del monoteísmo hebraico. No hay novedad, ni creatividad religiosa, tampoco en las postrimerías, bien explícitas en el cristianismo, salvo en la descripción de un paraíso sensual, con jardines recorridos por ríos subterráneos, donde son lícitos algunos placeres prohibidos en la tierra, como licores que no embriagan, y donde hay mujeres de ojos rasgados, vírgenes, no tocadas por hombres ni demonio. En el Corán en sí no queda claro si las mujeres se salvan, pues las huríes parecen fruto de una creación ulterior no bien explicada.

Aunque los politeístas son blanco de las iras, y si bien el Corán ni contempla ni se plantea la increencia agnóstica o el ateísmo, el pecado mayor es la apostasía. Lógico desde el autoritarismo extremo de la verdad manifiesta en el que se sitúa Mahoma. No tanto, como suelen decir algunos de sus seguidores, porque rompa la fortaleza interna (la solidaridad se diría ahora) de la umma, sino porque rechaza la verdad. Ésta es tan manifiesta que después de haberse sostenido el daño producido por la negación sólo puede resolverse con la muerte. Aunque para cualquiera de los impíos (la impiedad es sinónimo de incredulidad) las penas del infierno serán dolorosas, la apostasía ha de ser perseguida con preferencia mediante el ajusticiamiento o asesinato del apóstata. Algunos escritores e intelectuales de naciones musulmanas conocen bien los efectos prácticos de este designio en nuestros días. Ese fue el sentido de la fatwa contra Salman Rhusdie o la persecución de la escritora pakistaní Taslima Nasrin. Como resalta Ibn Warraq, "el problema de la ley divina es que excluye toda aproximación serena y racional. Donde la sharia encuentra su aplicación, sea donde sea, dos grupos son sistemáticamente las víctimas: las mujeres y los no musulmanes. Estos últimos son considerados como inferiores y los apóstatas merecedores de la muerte"[23].

La idea de tolerancia es por completo extraña al Corán. Es, de hecho, su negación. Un pecado. "No hay tolerancia islámica: cuando el Islam ha crecido lo ha hecho a través de la espada, destruyendo la cristiandad en Oriente o la cultura persa secular, no dejando del pasado otra cosa que ruinas". Ese es el sentido de la destrucción de los Budas de Bamiyan por la tiranía talibán. ¿No hay tolerancia, como se repite en abundancia, hacia las religiones del Libro, hacia judíos y cristianos? No, salvo que se entienda por tal la obligación de llevar vestimentas distintas, de pagar impuestos especiales y de no poder tener bajo su mando a musulmanes. Esas medidas tratan de resaltar la superioridad del creyente y forzar la conversión, pero en cualquier caso están justificadas porque la verdad es manifiesta, y por ende los infieles han de ser infelices y tener un status inferior.

Mahoma trata más de vencer que de convencer. La suya es una teología de la guerra. Pues la verdad es manifiesta, debe imponerse. Pues la verdad es manifiesta, la existencia de una sola persona que la niegue representa la negación absoluta de su contenido. La eliminación de los infieles por los creyentes está presente de continuo en el Corán. La venganza es una virtud, de la que participa Dios: "Han considerado falsa la verdad cuando ésta les ha venido; les vendrán noticias de lo que se han burlado. ¿No han visto a cuántas generaciones hemos aniquilado antes que a ellos?"[24]. La tolerancia contradice el principio musulmán y su finalidad.

La argumentación, en ese sentido, es circular, cerrada. El Corán no acepta la crítica, porque niega la posibilidad de yerro, incluso cuando cae en contradicción. Contradicciones prácticas como el cambio de la alquibla cuando de la orientación hacia Jerusalén se pasó a La Meca. La explicación es meramente voluntarista y se remite a Dios: "Dirán los insensatos: ¿Qué les hizo girarse respecto de su alquibla, aquella que tenían? Responde: Oriente y Occidente pertenecen a Dios; Él guía a quien quiere hacia el buen camino (...) Fue grande la perplejidad excepto para aquellos a quienes Dios guía, pues Él no os haría perder vuestra fe"[25]. Las contradicciones entre las propias aleyas del Corán es resuelta mediante la ley del abrogante y el abrogado, de forma que la última aleya tiene validez sobre la anterior. Hay una contradicción esencial. En principio Mahoma predica una religión nacional para un pueblo elegido, los árabes. Como señala V.S. Naipaul, premio nobel de Literatura 2001, "en sus orígenes, el islam es una religión árabe. Cualquiera no árabe que sea musulmán es un converso. El islam no es simplemente una cuestión de conciencia o de creencias, pues tiene exigencias imperiales. Cambia la visión del mundo del converso. Sus lugares sagrados están en tierras árabes; su lengua sagrada es el árabe. La idea sobre la historia cambia también para el converso. Rechaza la suya, y le guste o no, pasa a formar parte de la historia árabe. Las sociedades experimentan un enorme trastorno, que puede seguir sin resolverse incluso al cabo de mil años; la separación tiene que renovarse una y otra vez. Las personas construyen fantasías sobre quiénes y qué son, y en el islam de los países conversos existe un elemento de neurosis y nihilismo. Estos países pueden entrar en ebullición fácilmente"[26]. Y, sin embargo, esta esencia árabe se hace compatible con el principio universalista de los hanif, los hijos de Abraham, por el que todos los seres humanos nacen musulmanes, pero son luego educados como infieles. Esto, en el fondo, implica un principio larvado de apostasía y justifica el designio de dominio completo.

LA GUERRA ES SANTA

La jihad no es contemplada como un esfuerzo o en el sentido de la ascesis cristiana de perfeccionamiento interior, sino en el bélico, tal como se entiende comúnmente. La financiación de la guerra está bendecida. La muerte en ella es premiada con el acceso al paraíso. Hay, sin embargo, apuntes en la dirección de contemplar, al menos como posibilidad, una coexistencia pacífica, entre comunidades, no dentro de la musulmana, que situaría la jihad en términos de respuesta a agresión externa, caso en el que concurrir a la guerra santa es una obligación para todos los varones. La idea de concordia se encuentra en la azora 60: "Es posible que Dios establezca la concordia entre vosotros y quienes son vuestros enemigos. Dios es poderoso, Dios es indulgente, misericordioso. Dios no os ha prohibido el ser buenos y equitativos con quienes no os han combatido ni os han expulsado de vuestras casas por causa de la religión. Dios ama a los equitativos. Dios sólo os ha prohibido, respecto de quienes os combatieron en la religión, os expulsaron de vuestras casas y cooperaron en vuestra expulsión, que los toméis por amigos. Quienes los tomen por tales, éstos son los injustos". En algunos momentos se anima a la predicación –"Llama a la senda de tu Señor con la sabiduría y la bella exhortación. Discútelos con aquello que es más hermoso"-, pero siempre desde la preeminencia del Islam y sin descartar nunca la guerra y la violencia como el camino de ganar adeptos: "Cuando llegue el auxilio de Dios y la victoria y veas entrar a las gentes, a bandadas, en la religión de Dios, entona el loor de tu Señor y pídele perdón. Él es remisorio"[27].

La negación de toda discrepancia sitúa al islamismo originario, desde su texto canónico, en un fanatismo estricto. Entonces, ¿en dónde sostener ese mito de la tolerancia islámica? Hay de nuevo que referirse al choque de tiempos. El estatuto de dinim, el impuesto de capitación de judíos y cristianos, podía ser comprensible, y aún avanzado, en los siglos primeros de la Edad Media. En la España cristiana los judíos venían obligados a pagar un impuesto por persona y en algunos lugares uno recordatorio de las treinta monedas cobradas por Judas a cambio de su traición. Pero no puede hablarse en términos de tolerancia, tal y como la concebimos desde la Ilustración hasta nuestros días. Como recuerda el historiador César Vidal[28], la principal fuente de ingresos de los Omeyas de Córdoba, tenidos por el sumum de la tolerancia, era la trata de esclavos. En las conquistas nunca se respetaron, como hemos visto recordar a Naipaul, las culturas anteriores. Por el contrario, Amin Maalouf recuerda la impresión de fanáticos que dejaron los cruzados. Por ejemplo, en la toma de Jerusalén en la primera cruzada reseña la escena narrada por comentaristas musulmanes: "es cierto que los caballeros de Occidente son famosos por su bravura, pero su comportamiento ante los muros de Jerusalén es algo desconcertante a ojos de un militar avezado. Iftijar espera verlos construir, nada más llegar, torres móviles y diversos instrumentos de asedio, y cavar trincheras para precaverse de las salidas de la guarnición. Sin embargo, lejos de dedicarse a estos preparativos, han empezado por organizar en torno a los muros una procesión encabezada por sacerdotes que rezan y cantan a voz en grito, antes de lanzarse como posesos al asalto de las murallas sin disponer de la menor escala. Por más que al-Afdal le ha explicado que estos frany querían apoderarse de la ciudad por razones religiosas, un fanatismo tan ciego lo sorprende"[29].

Desde entonces, sin embargo, han cambiado poco las cosas en el Islam. Como apunta el filósofo Javier Hernández Pacheco, no hay en el islamismo un proceso similar a la Ilustración: "Hay en el Islam múltiples valores religiosos y humanos que se podrían incorporar a una comprensión compartida del mundo tan pronto el oriente islámico realice históricamente la depuración humanista de su ideal religioso. Eso fue para Occidente la Ilustración, desde la que el atentado terrorista es un horror incomprensible, mientras que es pura lógica para una comprensión religiosa que tiene esa Ilustración todavía pendiente"[30]. La cuestión no es transferir la voluntad de cambio, sino interrogarse y buscar explicaciones para el inmovilismo. La proscripción de todo debate, la exigencia de "sumisión" no favorece, podría decirse que imposibilita, la evolución en el mensaje, anquilosado en el tiempo. El Corán no es un libro para meditar, sino para recitar. No se reflexiona sobre él, se memoriza. Hay por supuesto escuelas y tendencias diversas, como los sunníes y los chíies. O la extinguida tendencia jarachí, que sólo concede validez al Corán, negándoselas a los hadiz. Los sufíes, llamados así por las gruesas chaquetas de lana que vestían, desarrollaron una tendencia mística y espiritual, a la búsqueda de un trato personal con Dios, en una religión en que la unicidad de Alá tiende a situarlo como una abstracción. La tendencia sufí ha sido prácticamente sofocada. Es hoy en día cuestión literaria occidental, más que realidad musulmana. Averroes, el racionalista aristotélico, de tanta influencia en el cristianismo medieval, cuyos Comentarios dominaron por siglos la Sorbona y fundamentaron la escolástica, es considerado un simple hereje.

El Corán tiene un contenido consuetudinario, relacionado con el contexto de la época. La esclavitud o la poligamia podrían ser interpretadas como meros criterios de tolerancia a instituciones preexistentes, pero tal criterio, sostenido por algunos autores musulmanes, no se tiene en cuenta, porque el texto coránico pretende ser asumido por completo sin evolución posible. Las interpretaciones alegóricas o analógicas, tan fundamentales en la teología cristiana, son consideradas heréticas, y han sido condenadas por sistema por la universidad de Al Azhar. La falta de una autoridad central ha tenido, en ese sentido, un efecto perverso pues cualquier grupo o ulema se ha sentido con capacidad en las últimas décadas para emitir fatwas con declaraciones de kafir o impío, reclamación directa al asesinato. Fue el caso del intelectual egipcio Farag Foda por oponerse a la imposición de la sharia[31], o de Nasr Abu Zeid, profesor universitario que se vio obligado a refugiarse en Europa cuando fue "divorciado" por un tribunal, pues un "apóstata" no podía seguir casado con una musulmana. O del premio Nobel de Literatura, Naguib Mahfuz, apuñalado, tras numerosas amenazas, por considerar sus novelas indecentes.

El fundamentalismo está seriamente instalado en el Corán. La insistencia en la verdad manifiesta y la justificación de la violencia abren un riesgo permanente de intensificar el rigorismo de la ortodoxia y emprender el camino de las armas, o a través del terrorismo o de la guerra. La idea integrista de que "el Islam es un sistema completo y total" no se compadece mal con el texto coránico en el que no existe diferenciación ninguna entre política y religión.

La concepción de la verdad manifiesta no sólo legitima el autoritarismo, lo precisa. Esa verdad ha de imponerse por el poder político, sin resquicios para la autonomía personal, ni espacio para la discusión, mediante la adhesión a la ortodoxia. De esa manera, una de las materias tradicionalmente prohibidas en el mundo islámico es el derecho político. Ya hemos visto como la escisión chíi se produjo por una discusión sobre la esencia del poder islámico, por considerar necesario la continuidad carismática de los herederos del Profeta. La concepción del poder islamista es teocrática. Pero si los chíies resolvieron su derrota y contradicción mediante la curiosa forma mesiánica de que Alí y aún más su hijo Husein, se "ocultaron" en vez de morir, y reaparecerán en otro momento de la historia, el islamismo en su conjunto vive en una contradicción más profunda, intensificada desde la desaparición del califato otomano en 1924, último vestigio de poder central. La idea de Hutginton de un Estado central capaz de aglutinar a la "civilización islámica" no es musulmana, pues el poder ha de ser personalizado, como lo fue la relación de Mahoma, jefe político y religioso, con Alá. Ese vacío enervante alimenta las fantasías de los islamistas. Tahar ben Jelloun, escritor marroquí, ganador del Premio Goncourt, en relación con la situación actual, afirma: "es verdad que los árabes, que los musulmanes están a la búsqueda de un líder"[32]. La recreación en el integrismo de la umma como proyecto político comunitarista no ha resuelto, en ningún caso, el problema ni la contradicción. Ha producido dictaduras como la sudanesa. Pero el misticismo islamista, político-religioso, alimenta las expectativas del surgimiento de un califa, un líder carismático, señor de la guerra, tras cuyo imaginario no es difícil percibir el sueño iluminado de Osama ben Laden.



[1] Citado por José Morales, El Islam, Ediciones Rialp, pp.22-23
[2] Juan Vernet, introducción a El Corán, Plaza y Janés, p. 11.
[3] José Morales, El Islam, p. 24.
[4] Juan Vernet, p. 11.
[5] Juan Vernet, p. 12.
[6] Julio Vernet, op. cit. p. 17.
[7] El Corán, azora 2, 18
[8] Azora 3, 134-135
[9] Julio Vernet, p. 23
[10] Azora 8, 12
[11] Azora 8, 68
[12] Azora 9, 30
[13] Azora 8, 74
[14] Azora 8, 19
[15] Azora 9, 29
[16] Azora 16, 60
[17] Azora 2, 187
[18] Azora 2, 189
[19] Ibn Warraq, autor de Pourquoi je ne suis pas musulman, Editorial L’Age d’homme. Entrevista en Le Figaro Magazine, 6 de octubre de 2001.
[20] José Morales, op. cit. p. 139
[21] Azora 8, 57
[22] Azora 6, 152
[23] Entrevista en Le Figaro Magazine, 6 de octubre de 2001
[24] Azora 6, 4-6
[25] Azora 2, 136-138
[26] V. S. Naipaul, Exigencias imperiales del islam, en ABC, 12-10-2001
[27] Azora 110, 1-2
[28] En Libertaddigital, 2 de octubre de 2001
[29] Amin Maalouf, Las cruzadas vistas por los árabes, Alianza Editorial, pp. 80-81
[30] Javier Hernández Pacheco, En Época, nº 865, 14 de septiembre de 2001
[31] Gilles Kepel, La Jihad, Ediciones Península, p. 453
[32] Entrevista en El Mundo, 14 de octubre de 2001

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Shaná Tová Umetuká

Las costumbres Sefarditas de Rosh Jashana

Por: Rabí Rigoberto Emmanuel Viñas

Rosh Hashana es una oportunidad para cada judío de renovación de nuestra relación con Dios a través de oración y arrepentimiento. Las oraciones tradicionales incluyen peticiones de perdón por nuestras faltas durante el año anterior y peticiones para que Dios nos conceda un año mejor que el último, lleno de bondades, bendiciones, salud y dulzura. Aunque la mayor parte de las oraciones formales son ofrecidas en la sinagoga algunas de las mas importantes oraciones son las que vienen directamente del corazón o que se ofrecen juntos con nuestras familias durante la cena de la fiesta.


Una de las costumbres más bellas practicada en la mayoría de las casas judías es la costumbre de comer manzanas sumergidas en miel mientras expresamos la oración de que este año nuevo sea dulce como la manzana en la miel. Esta costumbre que se practica en todas las comunidades judías (asquenazí y sefardí) es solamente una parte del rito practicado en las familias sefarditas. La mayoría de los judíos sefarditas practicamos un “Seder de Rosh Jashana.” Durante este rito se comen comidas simbólicas y se acompañan con oraciones apropiadas para el año nuevo. Las oraciones que acompañan las comidas simbólicas se relacionan al nombre de la comida, al sabor o a la apariencia de la comida. Cada oración cuando es ofrecida en hebreo comienza con las palabras “Yeji Ratzon.” Por esa razón la ceremonia se llama en ladino “Los Yeji Rasones.” Yeji rasón literalmente quiere decir “que sea su voluntad.” El origen de esta costumbre es muy antigua y es mencionada en el Talmud pero desafortunadamente fue descontinuada en el rito asquenazí hasta recientemente cuando algunas comunidades asquenazí han vuelto a usarlas basados en sus estudios Talmúdicos y su experiencia con las costumbres sefarditas.

Las comidas simbólicas y el método de prepararlas varían de país en país. Las siguientes son las más comunes y los “Yeji Rasones” son los más populares en el mundo sefardí.

La manzana sumergida en miel o azúcar, se acompaña con el “yeji rasón” que el año nuevo sea dulce como esta manzana. La costumbre viene por asociación al término cabalista “jakal tapujín” una finca de manzanas que se refiere a la justicia divina. Esta oración simbólicamente toma la justicia divina y la sumerge en dulzura.

El puerro (“leek” en ingles) se cocina en una salsa o en forma de frituras y se comen acompañadas por el Yeji rasón que nuestros enemigos sean cortados de la faz de la tierra. El Talmud explica que esto está relacionado a la frase en arameo “Sheyiskartenu oyevenu” que nuestros enemigos sean cortados y esta frase suena similar al nombre de la planta en arameo “karti.”

Se preparan chalotes o cebollinas en salsa o en frituras y se comen con el “yeji rasón que nuestros enemigos se desaparezcan.” De acuerdo al Talmud este también es por el sonido del nombre de la planta. En arameo esta se llama “Salka” y es similar a la oración “sheyistalek oyevenu” que nuestros enemigos se desaparezcan. Otra forma de ofrecer esta oración es comiendo dátiles que son acompañados por la misma oración, pero esta vez por la frase “sheyitamu” que es similar a la palabra “tamar” o datil.

La Calabaza se prepara con una salsa dulce para ofrecer la oración “shetikra oyevenu” que cualquier juicio divino contra nosotros sea anulado. Este también se basa el la palabra aramea para la calabaza.

Se acostumbra comer pescado para que los peces se multipliquen en altos números en el mar. Esto acompaña la oración que nuestras acciones positivas sean multiplicadas durante el año que entra y que nuestros méritos también sean multiplicados. El pescado se cocina con la cabeza entera. Cuando se come la cabeza se dice la oración que seamos líderes durante el año nuevo. También se considera el simbolismo que los peces no tienen parpados como recuerdo que Dios siempre nos esta guardando de todo daño.

Los frijoles “carita” o “caraotas” se comen con la oración que nuestras buenas acciones del año pasado sean recordadas. Esto por el nombre de “rubiya” que es similar a “rov” en hebreo que significa “muchas” y se refiere a las buenas acciones del año pasado.

También se acostumbra comer la granada como símbolo de ser fructíferos durante el año. La oración que acompaña esta comida es que seamos bendecidos con tantos mitzvot como la granada tiene semillas y que todo el trabajo de nuestras manos sea tan prospero como las semillas de la granada. Hay una leyenda que la granada tiene 613 semillas al igual que la Tora tiene mitzvot. Otra conexión simbólica de la granada es que la granada se parece al vientre de la mujer lleno de semillas y esto se llama en hebreo “rejem” que es la raíz de la palabra “rajmana” o misericordia.

Otra costumbre sefardí es de leer el libro entero de los Salmos dos veces durante la fiesta. Esto se hace por que el libro contiene 150 capítulos y al repetirlo se conecta con el numero 300 que equivale en guematria a la palabra “caper” o expiado. Guematria es el sistema de calcular el valor numérico de palabras en hebreo usando las letras como números.

Al final de los servicios de Rosh Jashana se acostumbra saludar a nuestro projimo con una oración de esperanza. “Tizke leshanim rabot neimot vetobot” que seas recordado para muchos años agradables y buenos. La persona que recibe este saludo responde, “tizke vetijye vetarikh yamim” que seas recodado para largos días. En Ladino este saludo se dice “anyos muchos y buenos.”



SHANÁ TOVÁ UMETUKÁ… ¡!!

martes, 17 de agosto de 2010

Carta a Zapatero, el Reverendísimo Hijo de ... España

La siguiente es una carta dirigida a Zapatero, con motivo de la utilización, por parte de este "honorable" español, de una Kafia palestina, la carta escrita por Ieoshua Levi, no es para nada nueva, pero su contenido sigue teniendo plena vigencia ante el constante apoyo que el Gobierno de España da, a los terroristas. El deseo español de ver aniquilado a Israel, tiene, para nosotros un consuelo y es el de saber positivamente que si nosotros caemos ante el islamo terrorismo, ellos, los hipócritas españoles, serán los próximos en la lista del fanatismo islamofascista, que tanto agrada a la Izquierda Caviar española

En 1492, los judíos fueron expulsados de España. Fue esta una de las mas "justas y morales" decisiones de los españoles para con el pueblo judío que tuvo que abandonar el país por la fuerza bruta, dejando tras suyo todos sus bienes materiales. El judío no solo fue expulsado de España, humillado y atacado, sino también robado por los españoles. Quien sabe que español vive en la casa de que antepasado mío y cual de ellos se quedó con las propiedades de algún otro de mis antepasados.......y a pesar de ello, nosotros no odiamos a los españoles.



Paralelamente al período recordado, España creó una de las instituciones más "morales" de la historia. Institución que perseguía la justicia y la verdad. Institución que su nombre quedó grabado en el recuerdo de la humanidad como ejemplo de valentía, osadía y lucha por la verdad y la libertad de expresión y de culto. "La Inquisición".


Estos paladines de la justicia y la moral, apresaron, torturaron y mataron a miles de personas. A los judíos nos quemaron vivos y nos persiguieron por el mero hecho de ser judíos. Este es aparentemente uno de los pecados que la moral española de aquella época no pudo tolerar.... ¿y la actual? ......y a pesar que mi pueblo nunca creó tan dignas instituciones, a pesar de las matanzas y el abuso, de las torturas y el odio, nosotros no odiamos a los españoles. A pesar del grito ahogado de nuestros antepasados en las hogueras, nosotros no juzgamos hoy la moral de España.


España consideró que todavía no había dado su última palabra en cuestiones humanas. Una nación tan noble y con tantos valores éticos y morales debía influenciar en el mundo. Llegaron a América, es mas, la "descubrieron", ya que antes de la llegada de los españoles nadie, pero nadie, ni siquiera los propios habitantes de América sabían que existían......y para controlar tan gran descubrimiento en base a la moral española, tan noble, tan gallarda, asesinaron a centenas de miles de personas, uno de los genocidios mas grandes de la historia humana. Genocidio? Español? No puede ser, eso no se apega a los valores éticos españoles. De paso, ya que de tan alta moral hablamos, los españoles robaron toneladas de oro, plata y demás riquezas a los "descubiertos" por ellos. A aquellos que no sabían que existían antes de la llegada de los españoles, pero que sin lugar a dudas dejaron de existir luego de su llegada. ¿De robo ya hablamos? ¿O es la primera vez? ¿Y de destrucción de culturas? Dejemos esto punto para otro día.........y a pesar de ello, nosotros, los hijos del pueblo Hebreo, no juzgamos hoy la moral de los españoles, no investigamos la fuente de su riqueza. Nosotros no odiamos a los españoles.


Puede que toda esta reseña histórica sea lejana. Tan lejana que dirán algunos que no debería tomarse en cuenta. Yo soy hijo del pueblo Hebreo, tengo 5700 años y recuerdo, recuerdo. Recuerdo inclusive la historia mas reciente. Por ejemplo la de una época conocida como "Franquista", en la cual la moral española se "hizo amiga" del nazismo alemán.


Sobre las consecuencias de tanta moralidad y justicia ya no debo hablar, no se requiere aquí la memoria de 5700 años, para recordar que durante la segunda guerra mundial fueron asesinados por los nazis seis millones de personas de mi pueblo, salvo que como otras personas que usan kafia, también usted señor Zapatero pretenda desmentirlo. Y nació el Estado de Israel. En 1948. Luego de 1700 años sin patria, perseguidos, encerrados en guettos, creamos un estado independiente. España, luego de haber sido tan beneplácita con el pueblo judío, tan moral, tan justa, tan no racista, decidió consecuentemente no reconocer al joven Estado. Lo hizo solamente hace aproximadamente 20 años atrás.


No hay que decir. España fue siempre consecuente. Moralmente consecuente. Fue sabia, actuó siempre sabiendo. .........y nosotros, a pesar de ello, no odiamos a los españoles. Nunca les exigimos nada. .....y cuando nuestros vecinos nos agredían y nos mataban, no les exigimos a los españoles que opinen o nos defiendan y a pesar de ello nunca nos defendieron, siempre opinaron. Cuando nos minaban los caminos y atacaban nuestros buses y nos bombardeaban las ciudades y nos obligaron a la guerra. Nunca exigimos nada, pero los españoles opinaban, siempre sabiendo, siempre en base a tan profunda moral basada en una historia tan pacífica y humanista. Cuando hombres bombas explotaban en nuestros restaurantes y centros comerciales asesinando hombres y mujeres, ancianos y niños, la moral española brillaba por su ausencia. Cuando reaccionábamos, resaltaba opinando, los medios de comunicación españoles, tan objetivos, tan equilibrados, tan sabios, tan llenos de moral y justicia....... tan inteligentes, con un manejo objetivo envidiable de la información. Claro que por lo general en contra nuestra, ya que de acuerdo al hábito histórico español, la justicia esta siempre del lado opuesto a los judíos y no es esto por racismo u odio histórico religioso o costumbre o "inquisionismo" o cualquier cosa que la moral histórica española decida. Nosotros simplemente les molestamos, nunca entendí porque. ....y a pesar de esto, nosotros nos conmovíamos cuando los españoles sufrían ataques terroristas, nos sentíamos cerca de las víctimas, de sus familias. Identificados con su dolor y su sufrimiento y no, no odiamos a los españoles.........y cuando miles de proyectiles caen sobre las ciudades de Israel y tenemos muertos y heridos.......y cuando nos raptan soldados y nos asesinan por doquier..............y mientras nos atacan en sinagogas y vejan nuestros cementerios y mientras desarrollan teorías satánicas sobre los judíos deshumanizándolos, nosotros no debemos responder, debemos "poner la otra mejilla", debemos dejarnos matar, como en la historia, la recuerda señor Zapatero, aquella en la que España nunca estuvo involucrada, lo cual le da todo el derecho moral de juzgarnos y disfrazarse. Póngase una Kafia señor Zapatero, nunca se ponga una kipá, nuestros muertos no cuentan, como en la hoguera inquisitoria, póngase una kafia y de acuerdo a la gran trayectoria moral española, deje que los pobres Marroquíes musulmanes que tratan de llegar a España se sigan ahogando en el océano, recuerda señor Zapatero, son musulmanes y usan kafia, no se siente identificado con ellos y con su sufrimiento?. Le queda bien la Kafia, recuerde los atentados en los trenes españoles, no se quite la kafia. Quédese con ella y háblenos de moral, de justicia, de verdad y de humanismo. Sea consecuente señor Zapatero, no olvide al hacerlo el legado español. No olvide nada ya que nosotros no olvidamos, no olvidamos la expulsión de España, no olvidamos la inquisición, no olvidamos las persecuciones, ni la acción española en el "nuevo mundo", no olvidamos los asesinatos ni los robos, no olvidamos, no olvidamos la "oposición española al nazismo", no olvidamos como nunca hablaron de moral mientras nos asesinaban y nos agredían. Quédese con la kafia señor Zapatero, es usted consecuente con la tradición, háblenos de moral, de proporciones, porque España tiene todo el derecho de opinar sobre moral proporciones, justicia y humanismo.


Hable señor Zapatero, hable mientras nos matan, mientras nos raptan, mientras nos bombardean. Es usted un digno y noble hijo de la consecuencia histórica española. Le queda bien la kafia, alíese a la gran moral fundamentalista islámica, tan llena de amor y de justicia con tantos valores universales de respeto, de libertad de opinión, de tolerancia a lo distinto, de justicia divina y moral.> De moral ya hablamos? .......y mientras nos hable, recuerde, a pesar de todo, nosotros no odiamos a los españoles, es mas, los respetamos, leemos sus libros, escuchamos su música, hablamos con ellos, visitamos España, visitamos sus museos, apreciamos sus avances. No, no odiamos a los españoles, ni a los alemanes, ni a los árabes, nosotros solo queremos vivir en paz, pero aquellos que le prestaron la kafia, los del 11 de septiembre, los de los atentados en Madrid y en Londres, los que educan al odio y a la guerra, a la mentira y la barbarie no nos dejan.


Ieoshua Levi

Israel

jueves, 5 de agosto de 2010

Visión Siete, las Mentiras de la TV Oficial Argentina

La periodista Claudia Cherasco, con una gran dosis de incompetencia ¿o debería llamarlo antisemitismo? Indica en la presentación de la Noticia, que el enfrentamiento acontecido entre las fuerzas israelíes y los tropas libanesas en las proximidades de la Línea Azul (límite fronterizo entre Israel y El Líbano) se ha debido a un árbol ¿se puede creer realmente que un conflicto armado entre dos países pueda deberse a un árbol? ¿ese es el respeto que Visión Siete tiene por la inteligencia de sus televidentes? Con esa misma liviandad e ineptitud analítica, Claudia Cherasco señala que las fuerzas libanesas, ante los movimientos israelíes en torno al árbol, hicieron disparos al aire, evitando mencionar, en su vulgar análisis, que seguramente el viento, es el que se encargó de desviar las balas libanesas en dirección al cuerpo del Teniente Coronel Dov Harare, que resultó muerto y ese mismos viento malicioso es el que deja gravemente herido al Comandante Ezra Lakia. Pregunto ¿se puede mentir con tanto caradurismo y decir que se Informa? Tras esa paupérrima presentación, el informe se inicia, como de costumbre para el gusto de la izquierda antisemita, con la imagen de un árabe de civil, aparentemente herido y la imagen de una explosión aérea que recuerda a otras imágenes que se suelen asociar con la utilización de fósforo blanco. El periodista que hace el relato, con esas imágenes, si bien no se equivoca al señalar el número de víctimas mortales, no duda en calificar a la situación de ataque israelí. No importa, si le faltan datos, no importa si las acciones son sorprendentemente filmadas por equipos televisivos que, en un acto de adivinación del futuro, supieron que en ese tranquilo punto fronterizo, iba a producirse un hecho sangriento que alimentara a las cámaras de TV islamistas y antisemitas, nada de ello le importa, sólo le interesa, apriorísticamente, señalar que Israel es el agresor.

Acto seguido y para dar una apariencia de ecuanimidad informativa, las cámaras muestran a un oficial israelí, dando la versión israelí del acontecimiento, para luego, arremeter con una serie de mentiras carentes de fundamento, donde se señala la imaginaria agresión permanente de Israel contra El Líbano, y el asesinato de activistas de la Flotilla Esclavitud, por parte de Israel, sin que la Comunidad Internacional sancione a Israel. Las mentiras de la TV oficial de la Argentina, llegan a un nivel, repulsivo, dado que ignoran olímpicamente, los datos e la realidad, ignoran completamente que los autodenominados activistas eran simplemente terroristas, que atacaron a los soldados de Israel, deciden con malicia ignorar, los videos que muestran a esos activistas atacando a soldados israelíes con bombas, que los muestran acuchillándolos por la espalda. Las mentiras de Visión Siete, son inmediatamente acompañadas por las declaraciones de un joven islamofascista herido en una pierna, vaya a saberse cómo, pero que no duda, en señalar que los soldados de Israel habían iniciado el fuego. La mentira de éstos cobardes islamofascistas es evidente, toda vez que el Gobierno de El Líbano, señaló y reconoció que fueron sus soldados los que iniciaron el fuego. Luego, las palabras del cobarde Ministro libanés Michel Faroun, que señala, con la misma capacidad para mentir que el joven aparentemente herido, que lo soldados de Israel habían violado la frontera, hecho que, la FINUL se encargó de desmentir al señalar que los soldados de Israel, nunca abandonaron su propio territorio y que fueron atacados mientras realizaban trabajos dentro de territorio israelí.

Con absoluto desprecio de toda capacidad analítica, Visión Siete, afirma luego que, testigos, (con la misma veracidad de los ya mencionados) señalan que el atentado cometido por Israel. Sí atentado es la palabra utilizada, pues tal parece, el objetivo de quienes han realizado el desinforme siete, ha sido equiparar a Israel con el accionar de los sí terroristas del Hizbollah. Señalan pues que en el “atentado” participaron helicópteros del Tzahal que habrían utilizado fósforo blanco, dato éste, señala Visión Siete no ha sido confirmado. Pero ¿lo anterior estaba confirmado? Desde ya que no, ya que sabemos, positivamente, que los tripulantes terroristas del Mavi Marmara, no fueron asesinados por soldados de Israel. Sabemos que quienes dispararon y no al cielo sino contra los soldados de Israel en territorio de Israel han sido los libaneses (confirmado por la FINUL). Sabemos que los soldados libaneses son los que inician el fuego (Confirmado por el gobierno de El Líbano), pese a sí las confirmaciones existentes, Visión Siete opta por la mentira y la propaganda.

Pero, lo más llamativo, es que el Canal Oficial de la República Argentina, opta por apoyar al Gobierno libanés controlado por el mismo grupo terrorista que asumió la responsabilidad del atentado contra la Embajada de Israel y que, también con apoyo de Irán, concretó el atentado a la AMIA.

Sí Visión Siete, en base a mentiras, protege a quienes han atacado a la República Argentina, con una hipocresía digna de traidores a su propia Patria, salvo que el antisemitismo de los miembros de Visión Siete, les impida reconocer como argentinos, a las víctimas judías de los atentados perpetrados en Bs. As. por los islamofascistas del Hizbollah y sus mentores de Irán y Siria.

domingo, 4 de julio de 2010

Bashar al Assad y Cristina Fernández de Kirchner

La Presidente Cristina Fernández de Kirchner, ha recibido al Dictador sirio Bashar al Assad y como era de esperar, la Presidente de Argentina, no dudó en hacer sentir lo más cómodo posible al dictador sirio, pues sucede que la Sra Cristina Fernández de Kirchner, se siente muy a gusto en compañía de dictadores y muy especialmente, si estos dictadores son como Assad, es decir, socialistas.


Bashar al Assad, ha heredado de su padre el control del único partido político de Siria, el Partido del Renacimiento Árabe Socialista (BAAS) y si la Sra. Cristina Kirchner, rechazara en los hechos a las dictaduras, tal y como lo señala en muchos de sus discursos y creyera honestamente lo que en el mismo discurso que le dedicó al tirano sirio, sobre que el respeto a los Derechos Humanos es una política de Estado para la Argentina y que toda nación que pisotee los mismos insulta al Pueblo Argentino, si ella, realmente creyera lo que dice, desde ya, no hubiese siquiera aceptado recibir al dictador sirio, ni tampoco antes hubiese ido a visitar al dictador Khadafi de Libia, ni a tantos otros dictadores cuyas compañías, evidentemente agradan a la Sra. Kirchner.

La Presidente en su discurso, ha señalado cuál es la razón por la cual, no duda en vender los principios de respeto por los Derechos Humanos que tanto declama y ésta es sencillamente, el comercio de la Yerba Mate, ya que Siria es el país que mayores ganancias reporta a la Argentina en materia de exportación de Yerba Mate.

He aquí un dato que no debería ignorarse, pues las exportaciones totales de la Argentina a Siria, son de 256,33 millones de dólares en tanto que las exportaciones argentinas a Israel son de 150,3 millones de dólares, la realidad también indica que la balanza comercial entre Siria y la Argentina, es muy claramente favorable a la Argentina por 255,79 millones de dólares en tanto que la balanza comercial argentino israelí, si bien es favorable a la Argentina también, lo ha sido por mucho menor margen de ganancias para la Argentina, ya que la misma ha rondado los 25 millones de dólares favorables a la Argentina. Evidentemente, a la Presidente Cristina Kirchner, sus percepciones del comercio internacional de la Argentina, le importan más que sus declamaciones en pos del respeto a los derechos humanos.

Pero, teniendo en cuenta que ambos países, dejan un saldo favorable a la Argentina, en materia de balanza comercial y que Israel a diferencia de Siria, le aporta a la Argentina una importante fuente de tecnología de punta, cabe preguntarse si, en pos de caerle bien al dictador sirio, la Sra Kirchner debía mentir respecto de Israel, cabe preguntarse si el origen de esas mentiras han sido su ignorancia sobre la evolución del conflicto árabe israelí, cabe preguntarse si era necesario que opinara sobre Israel, para resaltar las relaciones bilaterales con Siria y finalmente cabe preguntarse si su actitud no ha sido fruto de un larvado antisemitismo que, se deja ver en los apoyos que el matrimonio Kirchner ha dado oportunamente al sí indudablemente antisemita, dirigente piquetero Luis D’Elía.

El discurso de la Presidente, no puede ser calificado sino de soez, ya que el mismo, contuvo fuertes acusaciones contra Israel, acusaciones que, a estas alturas, cualquier persona medianamente informada sobre el conflicto árabe israelí, sabe que son mentiras propagandísticas.

Por caso, en su discurso, la Presidente no dudó en comparar la situación de las Alturas del Golan con Malvinas, ella olvida intencionadamente, que a diferencia de Argentina con Malvinas, Siria pierde las Alturas del Golan en una guerra iniciada por la misma Siria, contra Israel. Ella intencionadamente decide ignorar que Israel, a diferencia de la Gran Bretaña con Malvinas, no se hace con las Alturas del Golan por mera ambición territorial, sino que anexiona dicho territorio como respuesta a, primero, los permanentes disparos que los sirios realizaban desde allí contra la población civil de Israel y segundo, tras la guerra de exterminio iniciada por Siria contra Israel.

Tal vez, sea necesario aconsejarle a la Sra Kirchner, que se informe sobre la Historia de la Argentina, antes de que se la ponga a comparar con la Historia del conflicto árabe israelí, tal vez, sería bueno sugerirle que busque a un historiador de verdad para que le informe.

Pero, la Sra. Kirchner, no se quedó satisfecha con éstos planteos y no dudó en recurrir a otras afirmaciones que no sólo demostraron su mala intencionalidad, en torno al conflicto árabe israelí, sino también y esto debería preocupar aun más a los argentinos, sus verdaderas visiones de lo que debe ser la política, ya que con ignorancia simulada señaló que el comercio Sur – Sur debe ser prioritario en las relaciones comerciales, lo que implica, un par de preguntas ¿Sabrá que Siria está en el Hemisferio Norte? ¿Sabrá que Sira está al Norte de Israel? Si ella quisiera priorizar el comercio Sur – Sur como señala, debería considerar que Israel es más Sur que Siria.

Desde ya, no vamos a pretender que esta afirmación ignorante de la Sra. Kirchner es, literalmente, Sur – Sur. Ella lo que ha querido decir, es que los gobiernos que desprecian la Libertad Individual, que desprecian la Libertad de Expresión, que desprecian la Propiedad Privada y la Libertad de Comercio, deben estrechar sus vínculos, ya que si fuera una cuestión de incrementar el comercio Sur – Sur, la veríamos entrevistándose con autoridades de países como Australia y Nueva Zelanda, más que de Libia o Siria. Ella sabe que ciertos niveles de sinceridad, pueden restarle votos aun en el sistema electoral neofascista de la Argentina, por ello prefiere la fórmula Sur – Sur, más que la más honesta Tiranía – Tiranía, ya que la formula por ella empleada, le permite esconder del público argentino, su amor por los regímenes genocidas y totalitarios como el de Bashar al Assad.

Lamentablemente, la comunidad judía de la Argentina, ha tenido que presenciar cómo uno de sus miembros, por amor a las ventajas y el oportunismo político, la ha traicionado, pues ¿de qué otra forma se puede calificar el silencio de Timerman ante tantas mentiras contra el Estado de Israel? Que es el único garante de supervivencia que en el mundo tiene su propio Pueblo. ¿No pudo ver antes el discurso? ¿No pudo haberle señalado que no existen fronteras internacionalmente reconocidas de Israel más allá de las que Israel ha fijado con El Líbano; Egipto y en parte con Jordania? ¿No ha sabido señalarle el terrible error que cometió la presidente al tratar de asociar a Israel con un Estado que no cumple con las Resoluciones de la ONU? ¿No pudo explicarle tampoco que en materia de política Internacional nunca ha existido el multilateralismo que la Presidente, ahora sí en su genuina ignorancia pretende reconstruir? El silencio de Timerman es digno de preocupación y debería serlo de repulsa también.

También, la Presidente, debería preocuparse por conocer bien al hombre al que tantos apoyos quiso darle en su breve discurso, pues ese hombre, es el principal sospechoso de la muerte del mandatario libanés Rafiq El Hariri, hombre al que supo mandar ha asesinar cuando quiso liberar al Líbano de la tutela de Siria. Aunque, tal vez, sean los argentinos los que más deban preocuparse de una Presidente y un ex mandatario que no temen codearse con asesinos y dictadores.

sábado, 26 de junio de 2010

El verdadero rostro de los enemigos de Israel

El verdadero rostro de los enemigos de Israel es puesto al desnudo, sus hipocresías, sus engaños, sus crímenes, sus cobardías y sus verdaderos objetivos de dominación mundial. Nadie mejor para mostrar la criminalidad de los islamofascistas que ellos mismos:

lunes, 21 de junio de 2010

El Guetto de Gaza

¿Cuántas veces nos hemos topado con esa afirmación de que Gaza es un Guetto? ¿Cuántas veces hemos visto que se afirma que Israel trata a los habitantes de Gaza como los alemanes trataban a los Judíos en Aushwitz?

Pues veamos qué hay de cierto.

Vsitas panorámicas de la actual Gaza, algún islamofascista, antisemita o miembro de la Izquierda Caviar ¿podría mandarme fotos semejantes de un Guetto judío de la Europa Nazi?:








No nos quedemos sólo con vistas panorámicas del imaginado Guetto de Gaza, vayamos a su alimentación:





Para más fotos de gaceños bien alimentados ver la páginas árabes de Gaza: http://www.paltoday.ps/arabic/News-64161.html

¿Y qué tal el mercado de Oro en el imaginado Guetto de Gaza?


Más fotos del Mercado del Oro, en la página de la Agencia de Noticias del Hamas, Palestina Hoy: http://www.paltoday.ps/arabic/News-83425.html

¿Problemas de Cosntrucción en Gaza? de seguro los hay, sólo que la empresa Al Zafer Company de Gaza no los nota: http://www.alzafer.ps/eng/?page=index visiten su página y vean por ustedes mismos los edificios dignos de un Guetto por ellos construidos en Gaza.
¿Necesitan de una buena cena? pues les recomiendo comer en Roost Club de Gaza, vean su presentación en: http://www.rootsclub.ps/movie.php

¿Vamos a la Playa en el Guetto?



¿Vamos de pesca?


¿O mejor hacemos Windsurf en el guetto imaginario?
Para más fotos playeras en el guetto imaginario de Gaza visitar las páginas árabes de Gaza: http://www.paltoday.ps/arabic/News-49213.html

Por mi lado me voy de compras a la peatonal de Gaza:




¿Será por que ésta es la situación real de Gaza que el Hamas se niega a recibir la ayuda que en la Flotilla Esclavitud se les enviaba al imaginado guetto de Gaza? Los abastecimientos enviados por medio de la Flotilla Esclavitud, desembarcados en el Puerto de Ashdod y descargados en el Paso de Kerem Shalom, del lado árabe, están abandonados por el Hamas.
No sólo ello debería llamar la atención, si es que tan mal están los árabes de Gaza que se dan el lujo de abandonar abastecimientos, dada la cacareada pobreza absoluta que padecen, segun los islamofascistas y sus aliados antisemitas e izquierdistas, sino también nos debería llamar la atención la calidad de la ayuda que las organizaciones "humanitarias" de la Flotilla Esclavitud, han enviado a Gaza. Pues los medicamentos que mandaron estaban vencidos. La pregunta aquí es ¿lo mandaron sólo para dale al Mavi Marmara la imágen de buque de ayuda humanitaria? ¿desprecian a los árabes de Gaza y por ello les mandan medicamentos no aptos para consumo humano?
Estos son los medicamentos enviados por los activistas humanitarios de la Flotilla Esclavitud:



Más imágenes de la medicación vencida enviada en la Flotilla Esclavitud en: http://idfspokesperson.com/2010/06/03/unloading-of-humanitarian-aid-from-the-flotilla-continues-3-june-2010/

Criticar a Israel, sabiendo ésto, es una verdadera Hipocresía, cuando no un acto de simple antisemitismo.